Para Esteban, está había sido sin duda la sesión de fotos más incomoda que había tenido. Tener a su ex tan cerca, sus manos sobre su cuerpo, su voz cerca de su cuello...
Para nada lo ayudaba a olvidarlo, pero el supo desde la primera vez que besó a Francisco que el no era alguien que podías superar de una manera fácil.
Por supuesto que tampoco ayudaba que cada cierto tiempo Juani levantara la mirada de Twitter, donde estaba participando activamente en una discusión y comentara cosas como la siguiente: Que bueno que hoy no te toco campaña con Calvin Klein, ¿no, Kuku? Ahí creo que si entrabas en pánico. (Al menos con ese comentario fue un poco más discreto porque solo lo escucho Enzo).
O que se ponía a cantar de la nada.
—Cuando lo sabes lo sabes, when you know you know...
—Juani, ¿no tenes nada que hacer? Te veo muy tranquilo para alguien que está iniciando una pelea en Twitter.
—Pero Blasito, acaso es mi culpa que tú no me dejes poner música en el estudio. Y aparte Kuku necesita mi melodiosa voz para relajarse, no lo ves todo tenso.
—Ay, Juani.
—Enfócate en posar Kuku, no me hagas empezar con tus gustos musicales que acá lo espanto a Fran.
Fran que había estado bastante callado intervino. —Sus gustos musicales no eran tan malos. ¿O has cambiado mucho últimamente?— lo ultimo se lo dijo a Esteban mientras posaban.
Esteban tenía unas ganas de decirle al mundo ¡Para, porfa!, una palabra más de Fran en ese tono de voz recriminatorio le iba a romper el corazón.
Afortunadamente Blas miró las fotos. —Ya chicos, lo tengo todo. Gran sesión. Francisco, déjame tus datos para que la empresa te pueda hacer la transferencia.
—¿Porque tan serio, Blas? Vamos a comer algo hoy, hay que invitarlo a Pipe...— decía Juani.
Esteban fue de inmediato a cambiarse, dejando a Juani y Blas conversando, escuchando a Fran entrar al camerino de al lado unos minutos después.
—Se que no tengo ningún derecho...— se atrevió a decir en voz alta después de un rato de silencio. La verdad, es que Esteban no sabía por donde empezar a explicarle.
—¿Derecho? ¿Qué? ¿Ahora si vas a explicarme porque te fuiste de la nada?— Fran explotó, diciendo lo qué tal vez se había guardado tres años. —Creí que éramos felices, Esteban. Yo era feliz, acaso...
—Claro que éramos felices Fran. Nunca he sido más feliz que cuando estuve contigo.—Kuku no podia más, abrió de golpe la puerta del camerino donde se estaba cambiando a pesar de que estaba con la remera a medio poner. —Por favor, solo te pido que me escuches. Yo nunca quise lastimarte, yo...
Francisco salió con el mismo ímpetu con el que Esteban había abierto la puerta.
—Mira, Esteban, creo que si tenías una explicación debiste de habérmela dado hace tres años, antes de largarte de nuestro departamento. ¿Qué? ¿Conociste a alguien más? Yo te amaba, lo hubiera entendido. Solo no quería que me alejaras de tu vida.
—Francisco, escúchame bien.— lo interrumpió Esteban, acercándose más a él, como si de alguna manera la cercanía lo ayudará a expresar mejor su punto. —Nunca ha habido nadie más aparte de ti. Ni antes ni después. Tu fuiste mi primer amor y cada vez estoy más seguro de que serás el último. —Esteban se había logrado acomodar la remera y ahora se acercaba más a Francisco, casi acorralándolo contra la pared. —No logró superarte. ¿Sabes? Trate de ir en una cita una vez, hace casi un año. El chico parecía perfecto, pero no eras tú, así que no lo era.— Fran solo escuchaba en silencio. —No se reía de la manera en la que te ríes ni me miraba como tú me miras. Me molestaba que no tuviera los ojos verdes y que el tono de sus labios era demasiado pálido. No eras tú y nunca nadie llegará a ser tú y...
Esteban fue brutalmente empujado contra la pared, gimió en un tono bajo por la sorpresa y antes de que se diera cuenta los labios de Fran estaban besando los suyos violentamente.
Pero a Esteban no le importaba si sus labios sangraban. Él estaba en el cielo.
Kuku agarró frenéticamente la cintura de Fran en un intento de empujarlo más cerca, de unirlos un poco más. Fran le sujetaba el rostro con la palma de su mano y con la otra iba explorando la espalda de Esteban por debajo de su camisa.
A Esteban no le podía importar nada más que no fuera Fran. No le importaba si Juani o Enzo abrian la puerta de los vestuarios porque se estaban demorando, no le importaba si entraba el maldito presidente por la puerta. Kuku llegó rapidamente a la conclusión de que iba a dejar que Fran le hiciera lo que quisiera en ese momento.
Honestamente si Blas abria la puerta con la llave que sin duda le habia proporcionado el estudio, Esteban no se iba a detener y si llegaban más lejos (lo que cada segundo parecia más seguro) solo iba a usar la clasica excusa de ''ups, se me cayo la ropa''.
Fran se separo de Esteban para tomar aire y saco lentamente las manos que hace un rato estaban explorando los planos de la espalda de Kuku de su remera. Tomó un paso hacia atrás.
—No se si debimos hacer eso.— susurro Francisco a un Esteban que parecia estar en shock. —Creo que necesito tiempo.
Fran camino hacía la puerta y la abrió rapidamente. Lo único que resonaba en la mente de Esteban era ''no lo dejes ir, no lo pierdas de nuevo''.
Esteban lo siguió, con la misma velocidad hablando detrás de él.
—Fran, déjame explicarte porque me fui. Si para entonces no quieres tener nada que ver conmigo entonces lo aceptaré pero por favor déjame explicarte.—ya habían llegado a la sala donde se habían tomado las fotos y Esteban sintió la mirada de las tres personas que estaban ahí antes. —No tienes que aceptar a ir ahorita si estas abrumado. Pero por favor dame una oportunidad.
—Yo...-musito Francisco.—Esta bien. Te llamaré, ¿okay? ¿Tú número sigue siendo el mismo?— ante el ajetreado asentimiento de Esteban, Fran continuó. —Solo dame unos días.
—Perfecto.—dijo Esteban, tal vez demasiado esperanzado. Fran asintió, le dio una mirada rapida a Enzo y se despidió de Blas y Juani con la cabeza. Enzo lo siguió mirando de reojo a Esteban.
Eso era todo lo que Esteban necesitaba oír. Se quedo mirando el punto en donde Fran había desaparecido en el ascensor hasta que Juani le toco el hombro y hablo.
-Oye, ¿no te da miedo salir y que te pregunten cuando lo sabes lo sabes y tú no sepas? Porque así es como nos estamos sintiendo ahora, ¿verdad, Blas?
—O sea no te conozco tan bien Esteban, pero honestamente si me gustaría saber que paso. ¿Todo bien?—preguntó Blas que parecia levemente preocupado.
—Si, honestamente todo es absolutamente perfecto.— respondió Kuku con una sonrisa tan grande que hacía que le dolieran las mejillas.
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Yo quiero un mundo contigo (FranciscoxEsteban)
RomanceNo había visto esos ojos verdes desde hace tres años, cuando se separaron. Hasta ahora. Y una vez más, Esteban Kukuriczka siente sus ojos agrandarse al reconocer a quien una vez fue el amor de su vida. #23 en franciscoromero #5 en kuku #3 en franci...