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El partido estaba resultando más interesante de lo que siren hubiera pensado, los pases iban y venían entre los equipos intentando meter puntos en la cancha contraria, realmente se estaba divirtiendo y eso sumado a que Verónica le había comprado un helado. Solo había algo que lo inquietaba.

Kappa había dejado de responderle.

El visto en su mensaje estaba allí, clavado en su mente y en la pantalla de su celular, le pareció sumamente extraño ya que kappa casi nunca dejaba sus mensajes sin responder, y si por alguna razón ya no podía contestarle siempre tenía el detalle de avisarle. Tal vez estaba siendo paranoico, seguramente kappa estaba bien.

La tensión en la cancha era palpable, ya que ambos equipos estaban igualados en el marcador, punto a punto. La multitud sostenía la respiración, consciente de que el siguiente movimiento podría definir el destino del partido.

- fua boluda, tu chico le verdad que es un espectáculo- dijo siren mirando concentrado a la cancha.

-ojo que es mio eh - dijo ella mirándolo de reojo.

-mhhh no se eh, por ahí te lo robo quien sabe- dijo riéndose.

-ah mira vos que lindo, andas de gato con mi chico, le voy a decir a kappa a ver que piensa- respondió divertida.

-Bueeno no hace falta meter a kappa en esto- dijo aún riendo- además a mi solo me gusta él.

- Si ya se, todo el día que kappa esto, que kappa lo otro, que kappa es muy inteligente, que estudia no se que pindonga- se burlaba verónica, mientras venía a su amigo ponerse rojo.

-Eu, no hablo todo el día de kappa-  se defendió.

-Es verdad cuando dormis paras de hablar de él.

Un grito los llevo devuelta al partido, el ritmo se habia acelerado notablemente, Thiago sirvió con potencia, y la pelota voló por el aire. El intercambio de remates y bloqueos alcanzó su punto álgido cuando, finalmente, con un esfuerzo impresionante, Thiago logró meter el punto final que aseguró la victoria para su equipo.

El estadio estalló en celebración, pero en medio de la alegría, los ojos de Thiago buscaron a Verónica en la tribuna. Señaló con entusiasmo hacia ella, dedicándole la victoria con una sonrisa triunfante.

Verónica, tomada por sorpresa, sintió cómo el rubor teñía sus mejillas. El gesto inesperado de Thiago la dejó sin palabras, pero su corazón latía con emoción.

-Ah bueno, te dedico el partido- dijo siren mirando el rostro de su amiga.

- Que observador que sos amigo- dijo ella.

- No te podes hacer la canchera cuando tenes la cara más roja que un tomate- comento riendo.

- Por favor siren no ves que me esta por estallar el corazón, ¿ahora que hago?-pregunto.

- Y yo diría que primero bajemos a felicitarlo- Contestó siren- re romántico el wacho boluda te dedico un partido, así que bajemos.

Siren y Verónica descendieron de la tribuna, a su alrededor todos tenian las emociones a flor de piel. Verónica, sintiendo mariposas en el estómago, se esforzaba por mantener la compostura mientras se acercaban a Thiago. Sin embargo, al llegar a la cancha, la emoción del momento hizo que cualquier nerviosismo se desvaneciera.

Thiago, inmerso en la celebración con sus compañeros, notó la presencia de ella. Una sonrisa iluminó su rostro al verla aproximarse. Antes de que Verónica pudiera articular palabra, Thiago la envolvió en un abrazo afectuoso, levantándola con alegría.

La risa de Verónica resonó en el estadio mientras Thiago la sostenía en el aire, compartiendo la emoción del reciente triunfo.

- Ay perdóname hermosa estoy todo transpirado y te levante- dijo thiago nervioso rascándose la nuca.

 Número equivocado - Castillos en el marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora