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Capítulo con contenido sexual explícito, si no te gusta o te incomoda podes saltar el capitulo (igualmente aclaro que de ahora en adelante bastantes capítulos van a ser sexuales así que nada los dejo advertidos)

Advertencias del capítulo: Contenido sexual explícito, dirty talk, menciones de la palabra pene y otras parecidas.

Dicho eso espero que disfruten el capitulo, estoy leyendo sus comentarios.
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Kappa comenzó a abrir los ojos frunciendo un poco el rostro, se estiró levemente para tratar de despertarse, el ambiente cálido y cómodo lo invitaba a seguir durmiendo al menos una hora más pero no podía, sus reloj biológico interno tan acostumbrado a despertarse temprano le decía que ya era hora de despertar. Algo molesto se pasó la mano por la cara y específicamente por los ojos para terminar de despertarse, luego de unos instantes estiró el brazo para tomar el celular que había dejado en la mesita de luz, eran las 10:25, definitivamente había dormido más de lo que solía dormir.

Miro al rededor y noto que la habitación aunque seguia algo oscura estaba levemente iluminada por la luz que se filtraba a través de las cortinas, bajo la mirada hacia su cintura y sonrió al notar como el brazo de Siren lo envolvía posesivamente, paso la yema de los dedos por los tatuajes que tenia el mayor deteniéndose en aquellos de dibujos que le llamaban la atención o que conocía de algún lado.

Siren lo tenía firmemente presionado contra su pelvis como si estuviera asegurándose de no dejarlo escapar bajo ningún punto de vista, suavemente el menor se dio la vuelta hasta quedar frente a frente, no pudo evitar pensar en lo lindo que era el chico acostado con él, se veía tan tranquilo durmiendo que le daban ganas de acurrucarse en su pecho y acompañarlo en su sueño, tenía la boca  levemente abierta por donde levemente tomaba aire haciendo que su pecho suba y baje a un ritmo lento.

Completamente embelesado paso los dedos por las hebras celestes del mayor, luego por sus pómulos y por último descansando la mano en el pecho de este sintiendo los latidos de su corazón, reteniendo un chillido se escondió en el pecho del mayor, estaba tan pero tan enamorado y a cada segundo sentía que ese sentimiento crecía más y más.

Había pasado lo que sin dudar había sido la mejor noche de su vida, el sexo que habían tenido había sido maravilloso, su rostro se calentó al recordar como lo habían hecho o la cantidad de veces que le había suplicado que le de más, froto sus piernas una contra la otra levemente rememorando todas las sensaciones que lo habían recorrido, definitivamente Siren era maravilloso.

Miro con atención los abdominales marcados del de ojos azules, si, siren era maravilloso y tambien estaba buenísimo.

No creía poder cansarse nunca de decir que en definitiva se había sacado la lotería al conocer a Siren, era un chico atractivo como para salir en una revista o recorrer una pasarela, su cuerpo parcia tallado a mano en marmol blanco por el mismísimo Miguel Angel, y ni hablar de esos ojos que parecían poder mirarlo de mil maneras distintas.

Reconocía perfectamente en la mirada de Siren cada sentimiento, era como un libro abierto y él siempre fue bueno para leer libros, reconocía esa chispa de diversión que cruzaba por sus ojos cuando estaba por hacerle una broma, o esa preocupación que tenía de vez en caundo, conocía la ternura en su mirada y el anhelo que le dirigía solamente a él, y ahora también había visto la pasión en sus ojos.

Esos ojos celestes estuvieron más oscuros de lo que los había visto nunca, la pupila estaba completamente dilatada como si estuviese probando lo más extasiante del mundo, lo había prácticamente obligado a que lo mire a los ojos mientras lo penetraba sin descanso.

Todos sus pensamientos lo terminaban llevando a la noche, definitivamente quería repetirlo y que tenía de malo querer un mañanero, después de todo ya había tenido suficiente tiempo para descansar.

 Número equivocado - Castillos en el marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora