¿Cómo no querer a Luz Noceda? Parecía perfecta a simple vista: tierna personalidad, una líder nata, su aura era radiante como el sol. Cualquiera confiaría en aquella brillante sonrisa que mostraba. A Amity le hacía muy feliz tener a alguien tan incr...
Mientras que otros compañeros jugaban ping pong en el gimnasio, Luz, Hunter y Amity estaban sentados en el suelo haciendo un repaso de último momento pues en un par de minutos tendrían un examen.
El dúo de Luz y Hunter se encontraba algo preocupado debido a que, si bien el tema era considerado sencillo para ellos, aquel profesor solía ser muy exigente con las respuestas de los exámenes. Los tres chicos se encontraban repasando desde el cuaderno de la morena y preguntándose cosas que posiblemente pudiesen venir en el examen.
— Bien, Luz, respóndeme, ¿Quienes fueron los principales representantes del pensamiento Ilustrado? —preguntó Hunter con su cuaderno en mano, tapando la respuesta con su otra palma.
— Voltaire, Jean-Jacques Rousseau y... —Noceda recordaba perfectamente que su profesor mencionó a tres personas en su clase.— Dios, lo tengo en la punta de la lengua.
— Montesquieu. —respondió finalmente Amity.
— Montesquieu... —bufó la morena, llevándose una mano a la cien.— ¿Por qué nunca se me queda en la memoria?
— Vamos, Luz, tu sueles memorizarte nombres fácilmente. —Hunter intentó animarla un poco al notar la frustración de la morena.
Amity se estiró con ayuda de sus brazos; se encontraba cansada, y esto último se hizo evidente ya que había dado un gran bostezo.
— Voy al baño, regreso ahora. —poniéndose de pie, Amity se fue de aquel rincón en el que estaban para dirigirse a los servicios del gimnasio.
— Oye Amity, —la llamó Luz.— ¿Puedo acompañarte?
— Pues claro. —la morena fue rápidamente a su lado y la abrazó por atrás. Esto no le resultó raro a Blight, Noceda solía ser una persona bastante cariñosa en general, sobretodo con sus amigos.
— Así que me abandonan, ¿eh? —bromeó Hunter, notando que estaban dejándolo atrás.
— No te preocupes, regresaremos pronto. —finalizó Luz, guiñando de un ojo.
En ese momento la pelimenta no había notado nada raro en la actitud de su mejor amiga, Luz se leía igual que siempre: con su sonrisa confiada. Amity era una ingenua por haber aceptado ir al baño con ella. Si tan sólo Hunter se hubiese dado cuenta de las intenciones que tenía Luz...
Si tan sólo Ams no hubiese sido tan estúpida en ese momento.
[...]
Sin que el profesor se diese cuenta, la morena y la pelimenta se dirigieron al baño. Casi tan pronto como llegaron Amity se paró frente al espejo y sacó su mini-peine de su bolsillo. Luz se dirigió a los vestidores para poder sacar su celular.
La construcción de los servicios servicios del gimnasio era extraña: tenían una pared justamente en el medio de los servicios que dividía la zona de cubículos de la zona de vestidores. Esta pared tapaba por completo la vista de lo que sucediera en la zona de los vestidores a menos que entrases a la dicha zona.
— Joder, mi pelo es un desastre. —se quejó Amity mirándose en el espejo frente al lavado, haciendo que Luz soltase una risa. Sabía que ella y Wittebane eran los culpables de que su pelo siempre estuviese desarreglado: milagro sería el día que no la despeinaran.
Se peinó su media cola de siempre. Acabada sacó su hidratante de labios y aprovechó en ponerse un poco. Amaba aquel hidratante, tenía sabor a sandía. En ese momento Luz llamó a su amiga.
— Oye, Ams. —la nombrada volteó a ver a la morena. Lo último que Amity observó fue cómo Luz la jaló del brazo hacia el vestidor donde se encontraba.
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Primera publicación: (26/02/24).
Segunda publicación: 28/08/24.
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