Rubia, un poco más alta que ella, llevaba una sudadera negra con pantalones y tenis deportivos, tenía una sonrisa amistosa.
-Mucho gusto Samantha. - Saludo por cortesía.
-Bien, las dejaré solas para que se conozcan. - Dijo su padre, saliendo de la habitación.
-Puedes sentarte, no te quedaras ahí parada todo el tiempo. - Dijo Abril.
Samantha tomo asiento en un pequeño sofá rojo qué se encontraba a lado de un ventanal.
-Y... ¿Por que elegiste este trabajo? - Preguntó Abril.
-En realidad, no lo elegí, se suponía que trabajaría en la fábrica de tu padre, pero cambiaron los planes, dijeron que era muy joven. - Respondió, Abril frunció el ceño.
-¿Cuantos años tienes? - Preguntó de nuevo.
-Dieciocho. - Respondió casi de inmediato.
Abril se quedó pensando un poco, parecía pensar algo que Samantha no podía descifrar.
-No debiste aceptar este trabajo. - Dice finalmente.
Samantha estaba confundida, tenía miedo de preguntar.
-¿Por que? - Preguntó.
-Porque no necesito una asistente, estoy bien como estoy, solo perderías tu tiempo, mi padre solo quiere controlarme. -
-Abril, necesito el trabajo. -
-No, necesitas el dinero. - Corrigió la menor.
-Buen punto. - Respondió.
-Samantha, mi padre solo quiere que mi comportamiento cambie, trabajaras aquí hasta que eso pase y luego encuentre a un pretendiente lo suficientemente bueno para que yo no escape. - Dijo la castaña, haciendo que Samantha piense.
-¿Tu padre te encuentra pretendientes? -
-Si, y créeme, nunca encontrará al indicado. - Respondió.
-Tengo una idea. - Menciono Samantha. -Te ayudare a mejorar tu comportamiento y tu me ayudaras a que con este trabajo pueda ganar dinero y sacar a mi familia adelante. - Le explico.
Abril lo pensó un poco, realmente no le gustaba mucho la idea de tener a Samantha siempre a su lado, pero la ayudaría.
-Bien. -
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Al siguiente día, Samantha estaba ordenando sus maletas, ser la "asistente" de una persona significaba estar todo el tiempo con ella, cumplir sus "caprichos", protegerla, o en el caso de Abril, que no se meta en problemas. Se mudaría a la casa de Abril, y de vez en cuando visitaría a su familia.
