Ambas chicas estaban desayunando juntas en el comedor, Samantha disfrutaba su ensalada y Abril de vez en cuando se manchaba su cara de crema batida, por lo que la mayor limpiaba su cara varias veces.
-Abril, Samantha. - El padre de Abril llamo a ambas. Las dos chicas lo miraron, esperando a que les diera el aviso.
-Les comunico que organicé una gala en la casa, es de negocios, vendrán muchas personas y quiero que estén presentables, Abril, compórtate. -
El mayor se retiró de la habitación, dejando a ambas chicas solas.
-¿Una gala? - Preguntó Samantha.
-Hace mucho que no tenía una. -
-¿Ya has estado en una? -
-Las hacía frecuentemente, siempre tenía que asistir, no las odio pero odio que la gente me moleste en esas galas. -
-¿Te molestaban? -
-Los chicos en específico, pensaban que con caerme bien o convirtiéndose en mis pretendientes se ganarían un puesto en la fábrica. - Abril lo comentaba con diversión mientras comía, Samantha frunció el ceño.
-Que lastima, ahora ya no podrán. - Dijo la mayor.
Abril rió por el comentario.
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Samantha y Abril continuaron hablando sobre la gala toda la mañana.
-Abril, no tengo vestidos de gala... O alguna vestimenta adecuada para una. - Abril lo pensó un poco.
-Tengo a la persona correcta para eso.
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Abril tocaba desesperadamente la puerta de un apartamento con el número cuatro, Samantha no tenía nada de contexto de que pasaba.
La puerta se abrió y se mostró a una chica muy parecida a Abril, con el cabello un poco más oscuro y algunas facciones de su cara eran diferentes, tenía ropa más holgada y libre.
-Samantha, ella es Ama, mi hermana. Ama, ella es Samantha, mi asistente. - Las presentó Abril.
-¿Papá te consiguió una asistente? Debes de estar de verdad mal. - Mencionó Ama.
