Advertencia:Contenido +18 Si este tipo de escenas no son de tu agrado, puedes saltar el capítulo, no afectará en nada a la trama.
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Ambas bajaron las escaleras y Abril saludo a algunas personas de ahí, quienes por supuesto, Samantha no conocía, así que la menor tuvo que presentarla con todos.
Mas tarde, Samantha y Abril fueron por unas bebidas a una mesa. Vieron a una chica con cabello suelto color rosado y traía un vestido color plateado, Abril la reconoció enseguida.
-Hey, Abril ¿Qué tal? - Preguntó.
-Hola Molly, todo bien.- Molly asintió y luego miro a la rubia, sonrió con picardia.
-No sé el nombre de tu compañera ¿Cual es tu nombre? - Preguntó acercándose más a la chica mientras Abril servía sus bebidas.
-Um, soy Samantha, la... Asistente de Abril. - Sonrió con timidez.
-Mhm, con que su asistente ¿Eh? -
Samantha asintió y miro a Abril, quien estaba harta de la situación, separó a las dos chicas con sus brazos.
-¿Qué te dijo Ama? - Preguntó Abril.
-Abril, sabes que yo no soy de chismes y no las quiero quemar... - Empezó a decir Molly. -Pero, tu hermana me dijo que tu y tu sexy asistente tenían algo. -
Abril frunció el ceño. -Solo eso, no te dió más explicaciones ¿Verdad? -
-Bueno, o sea... - Molly pensó un poco sus palabras. -Si, si me dijo que son pareja, pero, prometo mantener mi boca cerrada. -
Abril suspiró. -Bien, supongo que esta bien que lo sepas. -
-Entonces, Samantha. ¿Qué intenciones tienes con Abril? - Preguntó la pelirosado.
Samantha se sonrojo en diferentes tonalidades de rosa hasta que un rojo claro inundó sus mejillas, Abril casi se ahoga con su bebida.
-¡Molly! - Gritó la castaña, Molly rió.
-Bien, bien, me largo. -
Molly se fue con una bebida en la mano a hablar con Ama, quien las observaba con una mirada divertida.
-Disculpala, ella es así siempre. - Le dijo Abril.
-Esta bien, supongo que algún día me tenían que preguntar eso. - Abril rió.
La gala siguió y Samantha no hablo con muchas personas, Abril solo la guiaba y le decía uno que otro detalle sobre la fábrica o en qué puesto pudo haber estado la rubia si no hubiera sido su asistente, de lo cual, ambas se arrepentirian mucho.
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