Pesadillas

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26 de agosto 2023

El reloj de mi celular marcaba las 2 de la mañana, mi vista está centrada en el techo de mi habitación, la oscuridad que me rodeaba era perfecta para que los monstruos del pasado regresaran, aprieto mis manos logrando enterrarme las uñas mientras trato de llenar mis pulmones de aire, las lágrimas recorren mi rostro, la presión ejercida de mis dientes sobre mi labio inferior era fuerte, tratando desesperadamente callar mis jadeos.

Las crisis de ansiedad eran cada vez más frecuentes, las pastillas ya no me ayudan ni siquiera en la hora de dormir, siento mi cuerpo temblar, ¿ya perdí el control hasta de mi propio cuerpo? si, lo perdí por completo, el dolor que siento en mi pecho me hace retorcerme, lo que estoy sintiendo es demasiado para mí.

Estoy cansada de no poder dormir, estoy cansada de tener miedo a cerrar los ojos y revivir el infierno que ha sido mi vida, estoy cansada de verme en el espejo y tener que aguantarme las ganas de llorar, a mis 18 años de edad no he logrado nada de lo que pueda estar orgullosa, no sé qué es lo que yo debo hacer en el mundo, no sé si soy buena para algo.

Cierro los ojos mientras abro y cierro mi mano tratando de tranquilizar a mi cuerpo y volver a tomar el control de este, decir que no tengo miedo seria mentira, si lo tengo y mucho, tengo miedo a que en medio de una crisis muera, pongo mi cerebro en blanco, pero la tranquilidad no dura más de unos segundos, inconscientemente mi cerebro busco los recuerdos que pensaba no tener más, esos recuerdos que años atrás eran solo sombras sin sentido alguno y vagas imagines, como en los últimos 3 meses.

⊰✩⊱

Anyelin 9 años de edad

Las paredes de la casa estaban de un color crema, el frio empañaba los cristales, vestía un pantalón azul y una blusa azul con un corazón rosado de lentejuelas en el centro, caminaba por el pasillo, en dirección al baño de la casa de mi tía, la casa estaba en silencio, al pasar por el gimnasio mire en su interior y estaba vacío, me adentro al baño cerrando la puerta con el pestillo.

Después de hacer mis necesidades, salgo del baño y vuelvo a cruzar ese pasillo, pero siento una mano tomar mi brazo y jalarme hacia dentro del gimnasio que vi minutos antes, una mano cubre mi boca, mis ojos no tardan en llenarse de lágrimas al ver a la persona frente a mí, Carlos, la pareja de mi tía estaba mirándome mientras con sus pies ubicaban una pesa sobre mis zapatos, pegando mis piernas a la pared, su mano comenzó a recorrer mis piernas.

Mi garganta ardía, los intentos de gritar y no poder hacerlo hacia que me lastimara, él se acerca a mi oído y antes de hablar deposita un beso en el lóbulo de este.

- No puedes decir nada de esto a nadie Anye, si no quieres que nada malo le pase a tu tía guardaras nuestro secreto. -el sonrió y poso sus manos dentro de mi blusa, mi piel se erizo ante su contacto, solamente cerré los ojos y dejé de luchar, todo era en vano, no había algo que yo pudiera hacer, ya es tarde...

⊰✩⊱

Abrí mis ojos de golpe, tenía esa sensación de estar sucia, las lágrimas viajaban de mis ojos a mi quijada para después caer y desaparecer, como pude me senté en la orilla de la cama, no me sentía mejor que antes, me sentía peor, estire mi mano y tome un pequeño cuaderno que reposaba en uno de los cajones de mi mesita de noche, tome un lapicero y comencé a rallar una hoja, la palma de mi mano ardía por la presión que aplicaba en esta pero ignore todo, solo quería destruir esa hoja, quería quitar el dolor que sentía.

Las horas pasaron, no volví a dormir, mi reloj marcaba las 5 de la mañana, use las pocas fuerzas que tenía para pararme, me sentía mareada, mi cabeza daba vueltas, pero poco me importo, me adentre al baño, mi reflejo en el espejo me dio lastima, ¿quién creería que la niña que siempre estaba sonriendo estaría así? ¿quién pensaría que 8 meses después de volverlo a ver yo estaría mal? así es, nadie, ni siquiera yo lo pensé.

¡NO! más silencio. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora