Primer Día

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Después de las vacaciones de diciembre inicie la universidad oficialmente, el curso propedeutico había acabado y había logrado entrar a primer semestre, había estado "estable" en las vacaciones, me sentía lista para iniciar desde cero.

Me mire en el espejo, mi cabello perfectamente planchado, mis labios con labial en un tono carmín, mis mejillas estaban levemente rosadas y mis pestañas estaban rizadas, salí de mi cuarto y me acerque al auto, no hable, solo me concentre en la canción que sonaba de fondo y en mirar por la ventana.

Bien Anye, llego la hora.

Dije mentalmente para mi, al llegar a la escuela baje del auto, mire a Dania en la entrada, me acerque a ella y la abrace, poco después llego Oscar e Isaac, ambos me sonrieron y yo les sonreí de regreso.

- Hola químicas, listas para el primer día? -Oscar saludo con una sonrisa.

- Nacimos listas, ¿verdad Dani?

- Si si

Entramos a la universidad, los pasillos los conocíamos, subimos al tercer piso en donde nuestro salón se encontraba, deje mi mochila en la silla que normalmente ocupaba, por raro que sonara me sentía feliz de regresar a la escuela.

Un nuevo comienzo sin romances imposibles, sin chismes y sin los monstruos del pasado, me sentía bian conmigo misma y eso era lo que importaba, tendría paz mental después de mucho.

- ¿Anye? -esa voz, Dios te pedí paz mental, ¿tan difícil era darme 5 minutos?

Y ahí estaba frente a mi Ana, ella me sonreía y yo hice lo mismo, ella dejo su mochila en la silla frente a la mía, esto es malo, si ella está aquí significa que Enrico también se cambió de salón, Dios se que aveces soy la persona más egocéntrica, clasista y cruel pero te ruego que Enrico no este en mi salón, si lo haces te prometo ir a la iglesia cada fin.

- Hola Ana, que sorpresa que estés aca.

- Enrico y yo nos cambiamos de salón, así podemos convivir más con ustedes. -sonreí un tratando de ocultar mi incomodidad y como no si la persona que te gustaba estaba en el tu salón con su supuesta novia. - por cierto, necesito tu ayuda.

- ha si dime, ¿para que soy buena? -la mire y me senté.

- Me gusta un chico, es super lindo y tu lo conoces muy bien, pero no se como llegarle.

Y ahí me tiraron un balde de agua fría, no deje de sonreír pero estaba sudando, ¿por que? No lo sé, se supone que Enrico ya no me importaba o ¿aun sentía algo por el?

- ¿A si? ¿Y quien es?

- Me gusta Oscar, Enrico lo sabe pero el no sabe como ayudarme y me dijo que tu me podrías ayudar.

- A si claro, pues no puedo hacer mucho pero si puedo hacer que hablen y se conozcan.

- Gracias Anye, el tenía razón, eres muy buena persona.

Yo le sonreí, y como si lo hubiéramos invocado una silueta conocida atravesó el umbral de la puerta, se acercó a una silla qué estaba en la fila de al lado, el me sonrió y yo le regrese una sonrisa qué más que sonrisa salió en mueca, y es que como le sonríes a alguien quien apenas se fueron de vacaciones se alejo sin dar explicaciones. Tome mi celular al sentir que vibró y reí al ver el mensaje.

Enrico:

Tengo algo que no puedo sacarme de la cabeza

Yo:

¿Que?

Enrico:

El cerebro 🧠

¡NO! más silencio. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora