Dentro Del Infierno//MLP

Day One

...

-Despierta, AJ -una sacudida-. Despierta, AJ, no sé cocinar y tengo hambre.

AppleJack abrió los ojos y vio una cara muy conocida con un cabello colorido.

-Rainbow Dash, ve a la cafetería.

-Pero tú cocinas mejor que la cocinera de la cafetería -reclamó Dash.

-¿Y eso a mí qué? -respondió Apple.

-Te compraré cinco pays de manzana.

AppleJack se levantó de la cama.
-Bueno, en ese caso...

Apple tiró a Dash de su cama.
-Por eso eres la mejor compañera de cuarto -afirmó Dash.

Era su último año de internado en la Academia Canterlot. Se habían transportado desde la Academia Ville con varias de sus amigas ya que eran quienes tenían mejores aptitudes para cualquier disciplina. AppleJack y Rainbow Dash habían calificado para deportes y atletismo. Y estaban estudiando una carrera en Deportes.

El cuarto del lado de Dash era un desorden, el cual se encargaba de arreglar Apple, con tal de que le pagara con algo. A veces la ponía a hacer sus tareas a cambio de cosas.

Dash lavaba la ropa y barría el cuarto mientras Apple se encargaba de poner las cosas en orden.

Las dos camas individuales yacían una a cada lado del cuarto y un closet frente a ellas. Un baño del lado derecho ya que en el izquierdo estaba la puerta. Las paredes, pintadas de color blanco y azul de un lado los poster de los Wondercolts de Rainbow Dash y los premios por ser la atleta más rápida en cada maratón y del lado de AppleJack un mini horno y una parrilla electrica, así una mesa. Apple seguia sin creer que me permitieran tener eso en el cuarto, pero sabían que su familia era la mejor preparando cualquier comida en relación con manzanas.

-¿Qué canción te pongo? Para que te animes, ah -le dijo Dash mientras le cepillaba el pelo a su amiga.

-Pretty Little Things.

-¿De The Crane Wives? -preguntó la corredora.

-Esa misma.

Dash fue corriendo a su mini bocina y aún volumen prudente la puso.

-Esa canción es muy triste -se quejó Dash.

-A mi hermano le gusta, la ponía cada mañana y me hace sentir en casa, después tu pones una -respondió Apple.

-Bien -dijo su amiga.

Apple murmuraba la canción mientras preparaba el desayuno. Suerte que ese día entraban más tarde, si no estuviera apurando para que Dash se levantara temprano.

Comenzó a sonar "Curses".

-Quita esa -dijo Apple rápidamente.

-¿No te gusta?

-No es eso... -«es que me recuerda a tí» pensó Apple pero no lo dijo.

Había estado enamorada de Dash desde que eran niñas pero lo ocultaba intentando competir con ella en todo. Aún así, no podía estar lejos de ella.

Pero era complicado. Si ella fuera un chico tal vez sería fácil, porque su familia la aceptaría, pero Dash era una chica, y todo ardería en llamas si llegara un día con una novia en vez de un novio.

Admiró a su amiga una vez más en silencio. Deseando poder algún día decirle lo que sentía sin que fuese incómodo o extraño. De igual manera no sabía cómo reaccionaría Dash ante la confesión de Apple.

Miró su rostro de nuevo, aquellos ojos que siempre había mirado con cariño, aquellos labios que alguna vez quiso besar, aquel torso que algún quiso abrazar con más amor del que una amiga le pudo dar.