004 PRINCE OF THE NORTH PART 1

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El aire en el palacio ya estaba comenzando a ser frío, pronto iba a llegar el invierno y en la actualidad todos los sirvientes en el palacio imperial se encontraban muy ocupados, incluso los gobernantes del imperio estaban ocupados con sus papeles...

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El aire en el palacio ya estaba comenzando a ser frío, pronto iba a llegar el invierno y en la actualidad todos los sirvientes en el palacio imperial se encontraban muy ocupados, incluso los gobernantes del imperio estaban ocupados con sus papeles políticos.

El príncipe del norte Kim Namjoon venía de visita al imperio junto a su esposa con la que recién se había casado hace unos tres meses.

Jungkook tenía una buena relación con el imperio del norte al igual que con  Namjoon, ya que se habían conocido desde muy jóvenes. Jimin por su lado estaba cansado de tener que asistir a reuniones una tras otra.

El emperador  Namjoon le había enviado una carta a su esposo un día de la nada diciendo que iría al imperio y conocerían a su bella esposa, el rubio estaba feliz pero Jimin estaba nervioso.

¿Qué pasa si no les cae bien a los amigos de su esposo? Tenía miedo de desagradarles.

Estas inseguridades ya se las había expresado a su marido, este le había calmado diciendo que esto era imposible y le aseguró que incluso si esto pasara evitaría que le dijeran algo hiriente y cortaría relaciones con ellos inmediatamente.

Jimin en realidad se había calmado al escuchar estas palabras pero siempre volvían las mismas inseguridades y el terrible miedo.

Tal vez su pasado le pasaba factura de esta manera

El pelinegro suspiró con frustración y agitó la cabeza para ahuyentar estos pensamientos tan pesimistas.

En ese momento mientras Jimin se encontraba pensando acostado en la gran cama, una sirvienta ingresó a la habitación mientras tocaba una pequeña campana que emitía un ruidito suave.

—Señora emperatriz, es hora de levantarse.—la mujer hizo una reverencia muy pronunciada mientras guardaba la campanita en uno de sus bolsillos, al hacerlo le extendió a Jimin un cuenco con agua a temperatura ambiente, también le entregó una toalla suave.

El rubio le dio una sonrisa cortés y empezó a limpiar sus manos y cara, también cepilló sus dientes, quería tomar un baño, pero hacía mucho frío afuera por lo que descartó la idea.

La mucama ayudó a la emperatriz a quitar su ropa de cama y ponerse algo más presentable, le colocó una túnica azul claro junto con botas gruesas de color marrón, la mujer también le ayudó a usar al rubio un grueso abrigo de piel de oveja y a amarrar su largo cabello rubio en una cola alta.

Jimin suspiró y frotó sus manitas, en realidad en la habitación no hacía mucho frío gracias al carbón que cada dos horas reponían los sirvientes pero igualmente sentía un poco de viento.

Además, desde que era pequeño, el rubio había tenido problemas de salud y era muy sensible al frío.

Jimin agradeció a la mujer y salió de la habitación, la emperatriz sonrió todo el camino hacia la corte mientras saludaba con cariño a todo aquel que pasara, a los que saludaba no se atrevieron a mirar mucho pero respondieron el saludo con sumo respeto.

𝐋𝐚 𝐄𝐬𝐩𝐨𝐬𝐚 𝐃𝐞𝐥 𝐄𝐦𝐩𝐞𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧 ᴬᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora