La emperatriz Jimin siempre había añorado una familia, ni su padre ni su madrastra le habían querido a lo largo de su vida, la única persona que podía decir durante su crecimiento que era su familia, era su hermana, pero al casarse ella obviamente se había dedicado a su propia familia, dejando a Jimin en un segundo plano y queriendo su propio vínculo.
Luego de su matrimonio con Jungkook este sentimiento había amainado mucho, dejando su corazón sentirse pleno y completo, sin embargo al pasar los años un nuevo deseo había invadido su corazón; el deseo de un hijo.
Claramente no iba a ser su hijo biológico, pero eso no importaba, solo quería un pequeño niño o niña en el que volcar su amor, aquel que le habían negado durante la totalidad de su infancia.
Pero, Jimin tenía miedo, un temor llenaba su mente al pensar en tener un hijo propio.
¿Sería un buen padre?
Esa única pregunta rondaba en su cabeza de manera constante, ese mismo cuestionamiento le detenía de proponer a su esposo de adoptar algún niño, o de quedarse con el pequeño bebé que había encontrado esa mañana al pasear con Gureum.
Estaba aterrado.
Él no quería ser como su padre, quería darle amor a su hijo.
Él sabía que tenía que alejarse del bebé, no apegarse a él, pero no podía, le trataba como si fuera su hijo e incluso le había dado un nombre lleno de bendiciones, esperando que pudiera obtener mucho cariño a lo largo de su vida.
Jimin esperaba que el pequeño Soobin se sintiera amado con cualquier familia que le adoptara.
Pasaron algunos días y Jungkook estaba cada vez más ansioso, desde aquel momento Jimin no parecía entusiasmado al cuidar al bebé, ni siquiera quería verlo ya, pero solo él sabía que el rubio fingía, solo él veía como los ojitos de su flor amada brillaban con cariño y anhelo cada vez que veía al pequeño Soobin.
El pelinegro había intentado decirle a su emperatriz que no sería como su padre, que sería un padre ejemplar, pero eso solo parecía cerrar más a Jimin, sus ojitos se ponían vidriosos, rompiendo el corazón de Jungkook en miles de pedazos.
ESTÁS LEYENDO
𝐋𝐚 𝐄𝐬𝐩𝐨𝐬𝐚 𝐃𝐞𝐥 𝐄𝐦𝐩𝐞𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧 ᴬᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒⁿ
RomantizmEs bien sabido que el emperador Jeon Jungkook es un buen gobernante, tranquilo, inteligente; también lo suficientemente frío y sanguinario para no dudar en eliminar a sus enemigos. Sin embargo, también se sabe que su pequeña esposa, Park Jimin, es s...