Capítulo 2: Adrenalina

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"Y por eso la trajimos a la guarida, Sensei", dijo Leonardo, después de contarle la historia a Splinter, muy preocupado. "Porque la... situación lo requería. Y estoy bastante seguro de que ella intentaría seguirnos de todos modos si no la decepcionáramos".

April saludó nerviosamente, sonriendo, "¡Sí! No te preocupes, puedes confiar en mí, ¡no soy una soplón!".

Leo asintió con la cabeza, con las manos a los costados y la espalda lo más recta posible. Sabía que Splinter probablemente estaba más que simplemente cansado de que trajeran a casa extraños cada dos semanas, especialmente considerando que se suponía que su guarida era secreta. Pero en su línea de trabajo, ¿qué podrían hacer? A veces la gente necesitaba un lugar donde quedarse, y a veces necesitaban regresar a la base de las tortugas para poder planificar. Además, Leo le creyó en su afirmación anterior de " Eventualmente los habría encontrado a todos ", así que, en realidad, ¡no tenía otra opción! Principalmente. Seguramente su padre entendería por qué tuvieron que traerla de regreso a la guarida.

"Hmmm..." murmuró Splinter, antes de asentir con renuente aprobación. "Muy bien. Puede que se quede... por ahora. Pero debes confirmar su historia lo antes posible. Mañana por la noche, ¿entendido?"

"Hai, Sensei", asintió Leo inmediatamente, y su padre se retiró al dojo para meditar. Se desinfló visiblemente y exhaló un suspiro de alivio.

Al menos eso había terminado.

"Maldita sea, tu Splinter es estricto", murmuró April, lo que robó la atención de Leo. Él frunció el ceño confundido y April se encogió de hombros. "El Splinter en casa es mucho más relajado... literalmente. Todo lo que hace es estar tumbado todo el día y mirar televisión".

"¿En realidad?" Para ser honesto, eso sorprendió a Leo incluso más que escuchar que Raphael era el líder de su universo. Si él no fuera el líder, esperaría que fuera Raph, así que honestamente no estaba tan sorprendido por la noticia. ¿Pero el Maestro Splinter está mirando una pantalla todo el día? "No creo haber visto nunca al Maestro Splinter mirar televisión. Solo tenemos uno para nosotros porque Donnie encontró uno viejo y lo arregló hace unos años, no creo que Sensei siquiera lo haya tocado, además de apágalo."

"¡Ja! Mis muchachos prácticamente tienen que pelear con él si quieren ver algo. Splints prácticamente tiene derecho a reclamarlo las 24 horas del día, los 7 días de la semana", dijo April, pareciendo mucho más cómoda ahora que le estaban ofreciendo un poco de confianza. Había hablado un poco con Donnie y mucho con Mikey en el camino de regreso, aunque Raph todavía se negaba a hacer nada más que mantener una vigilancia constante y sospechosa sobre ella. Era divertido y agradable estar cerca de ella, y uno de los pocos humanos que no parecía extremadamente incómodo estando a menos de cinco pies de ellos, por lo que a Leo realmente ni siquiera le importaba que ella estuviera allí.

La situación que lo rodea podría ser mejor, pero bueno, los mendigos no pueden elegir.

"Creo que deberías hablar con Donnie", dijo Leo mientras los dos caminaban hacia la sala principal, donde Mikey y Raph ya estaban sentados en el foso. "Se ha estado reprimiendo, pero puedo decir que se muere por preguntar sobre la otra dimensión. Probablemente esté ideando una docena de teorías sobre las múltiples dimensiones y estudiándose en su laboratorio".

April se rió, "Sí, él haría eso si se parece en algo a mi Donnie. Hablaré con él después de que vayamos a salvar a los chicos". Leo frunció el ceño y abrió la boca para oponerse a esto, pero alguien más se le adelantó.

"Es de día". Raphael se mostró inexpresivo y le habló por primera vez desde la azotea. "Tendrás que esperar hasta esta noche".

"¡¿Estamos esperando doce horas ?!" Exclamó, volviéndose hacia Leo para confirmar: "Pero... ¡ahora están en problemas, tenemos que salvarlos!"

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