⠀⠀⠀⠀⎙⎙⎙ | TALK TEN

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—Jason, tienes una visita —murmuró—. Tim vino a verte.

El ojiazul le hizo una seña para que se acercara, el menor mordía su labio con fuerza, jugó con sus dedos por los nervios.

El mayor tomó su mano y la acomodó sobre la de Jason, haciendo que diera un respingo cuando sintió lo fría que estaba, aunque el otro no dejó que apartara su tacto de esta.

—Él sabe que estás aquí, sabes que le gusta tomar las manos de alguien —El ojiazul mayor acomodó las manos de ambos para que sus dedos quedarán entrelazados—. Por favor, no le tengas miedo, sólo está durmiendo.

El menor sorbió su nariz, un pequeño sollozo escapó de sus labios.

—Oh, Tim, no llores —El mayor lo abrazó—. Si lloras, Jay se va a dar cuenta y va a llorar también —murmuró.

El menor tenía una bruma en el pecho que le decía miles de cosas para hacer, entre las que estaban huir, llorar y gritar, o quedarse allí al menos un rato, como respeto, como consuelo.

No sabía qué hacer de todo aquello.

—Dickie... No me gusta estar aquí.

El menor retiró la mano de la del pelinegro en la camilla, la llevó a su rostro, cubriendo sus ojos para no ver.

—Pero te gusta estar con Jason, ¿No? Lo quieres, dilo —Habló el mayor, bastante alto para estar tan cerca de él—. Tim, Jason está triste porque nadie viene a visitarlo... Piensa que nadie lo quiere, demuéstrale que está mal. ¿Puedes quedarte un rato?

El más joven lo miró con tanta tristeza, tardó unos segundos en asentir.

—Háblale, Tim, él te escucha —murmuró el mayor—. Ya sé, iré a comprar unos buenos cafés, a Jason y a tí le encantan, claro que estando dormido no puede beber café... Pero con unos cómodos cafés podemos hablar mejor, como antes.

El menor hizo silencio unos segundos.

—Quizás cuando despierte... —murmuró Tim, con una pequeña sonrisa—. Cuando despierte beberemos café los tres. Pero quizás esté frío para entonces... Cuando despierte yo compraré los cafés.

El mayor sonrió ampliamente, cálido por la actitud del menor, lo movió un poco entre sus brazos con emoción.

—Ya regreso, háblale hasta entonces, Tim —dijo, liberando el abrazo—. Si lo halagas un rato sonríe, inténtalo. O cántale algo, le gusta, si le gusta lo suficiente también va a sonreír.

Antes de salir de la habitación, se volvió hacia Jason, dando un apretón en su mano mientras dejaba un beso en su frente.

—Ya regreso, amor.

SLEEPTALK  ── JAYDICKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora