⠀⠀⠀⠀⎙⎙⎙ | AWAKE TWELVE

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Simplemente no puedo parar de llorar.

Toda la ansiedad, el miedo y la tristeza que estuve reteniendo, ocultando en el mismo agujero negro en el que meto a mis demonios o a las estúpidas voces, surgen, salen de esas profundidades y no puedo controlar mis lágrimas, ni esos horribles sentimientos que me agobian.

Me abrazo a Dick como si mi vida dependiera de él, y unas cuantas veces ha sido así, escondo mi rostro en su brazo, todo lo que siento me hace temblar y quiero hacerme pequeño para que él me abrace y puedo esconderme en su pecho, tal como le he hecho antes.

Mis piernas apenas si tienen fuerza, me sostengo del abrazo y el brazo que rodea mi cintura también ayuda a mantenerme junto a él, donde me siento un poco más a salvo.

—Jay... Me vas a hacer llorar, ya, tranquilo, ya pasó...

—E-En serio t-te necesito, Dic-kie —murmuró entre lágrimas—. N-No sabes cuánto te extraño.

—Pero ya estoy contigo, Jay, estamos juntos de nuevo —dice, sus palabras me hacen querer llorar aún más, y su voz me afecta tanto, también la había extrañado demasiado—. Lamento mucho haberte dejado, Jason.

—¿Q-Qué pasó?

Levantó la vista para mirarlo, la mano que hace un momento estaba entrelazada con la mía sube hacia su pecho, colocándose sobre su corazón, aprieta la tela de su ropa un momento y cómo si hubiera sido un tipo de magia negra, mi corazón duele, sintiendo ese apretón en mi interior, con sólo imaginar lo que creo que es.

—Mi corazón está tan ocupado amándote que se olvidó que tenía que seguir latiendo.

Quiero llorar más fuerte de lo malditamente lindo que es mi Dick.

—Y también me golpeé la cabeza muy fuerte cuando caí —añade—. Dijeron que es sólo una contusión, aunque quizás tenga algún hematoma interno —Su mano va hacia su cabeza, tocando con su dedo su cien—. Por eso me llevan mucho a tomografía... Mi lado izquierdo quedó afectado, no me responde muy bien —Y una sonrisa torcida aparece en su rostro, me mira con cierta pena.

—Lo siento...

—No lo sientas, no hiciste nada —él ríe levemente—. Olvídalo, Jay —pide—. Ya estamos juntos, saldremos de aquí juntos, ¿Sabes? Puedes ver el lado bueno. Podemos ir a rehabilitación juntos, estaremos mucho más cerca que antes —Su mano vuelve a la mía, y sonrío porque es cálida, la aprieto un poco porque es lindo hacerlo, podría decir que hasta es esponjosa, como todo mi Dick en general, y me encanta y lo amo.

—Gracias, Dickie —digo.

—No me agradezcas —dice con nervios, sus mejillas están rojas.

—Te amo muchísimo.

—También te amo, Jay.

SLEEPTALK  ── JAYDICKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora