𝑹𝒆-𝑨𝒓𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆𝒅: Ren Yamashiro [✔️]

Extra: Duality

'The strongest woman, mother of the strongest girl.

The strongest man, father of the strongest boy.'

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La tarde caía lentamente, tiñendo el cielo de un anaranjado suave, como si el día se resistiera a terminar, congelando el momento en una calma inusual. El tiempo siempre parecía detenerse en los momentos más importantes, no para aliviarlos, sino para que cada detalle quedara grabado. En el corazón de esa quietud, tres figuras compartían una mesa.

Ren Yamashiro, con la confianza que solo alguien como ella podía irradiar, estaba sentada al centro como si moderara la reunión. Su vientre, hinchado con la promesa de su segundo hijo, no disminuía en nada su presencia dominante, pero había algo cálido en su postura. A un lado, Yuuki Wakura mantenía una expresión tranquila, aunque sus ojos azules se movían inquietos entre Ren y su hermana. 

Frente a ellos, Aoba Wakura mantenía los brazos cruzados, su expresión era neutra, pero sus ojos parecían buscar grietas en la fortaleza de Ren. A un lado, Yuuki Wakura miraba entre ambas, atrapado entre la incomodidad y el deseo de que todo fluyera bien. Tal vez era porque, al alejarse del ambiente del Shuuki y dejar de consumir duraznos, su humanidad florecía lentamente, borrando las cicatrices del combate.

Ren había insistido en invitar a Aoba a su hogar, una decisión que Yuuki había recibido con una mezcla de nervios y alivio. Ahora veía a su esposa inclinada hacia adelante, con una sonrisa que casi parecía sincera mientras conversaba con Aoba. Había algo surrealista en esa escena: dos mujeres tan distintas, conectadas solo por él y Hokori, encontrando un equilibrio inesperado.

"¿Y cómo va tu vida fuera de Mato?" Preguntó Ren con tono curioso, aunque había un dejo de ironía en su voz, suficiente para que Aoba alzara una ceja.

"Tranquila. Algo que nunca creí posible, pero... no puedo negar que me gusta." Respondió Aoba, cruzando las manos sobre la mesa. "Es extraño no estar peleando todo el tiempo como antes, además que dejar ése mundo y de consumir duraznos hace que recupere mi humanidad."

"Eso suena bien." Dijo Yuuki, rompiendo su silencio. Su voz era suave, pero llevaba un peso que hizo que ambas mujeres giraran hacia él. "Me alegra que estés encontrando algo de paz, Aoba."

"Así que..." Comenzó Aoba, su tono cargado con una mezcla de curiosidad y cautela. "Parece que te tomaste en serio eso de formar una familia, Ren. Dos hijos ya. ¿Siempre fue parte de tu plan?"

Ren esbozó una sonrisa que no alcanzó sus ojos, tomando un sorbo de té antes de responder el repentino ataque. "No exactamente. Pero cuando tienes a alguien como Yuuki, bueno, las prioridades cambian. ¿No crees?"

Aoba se acomodó en el espaldar, de brazos apretados. "Supongo que es fácil cambiar prioridades cuando tomas las decisiones por los demás."

Yuuki, sintiendo el filo en las palabras de su hermana, abrió la boca para intervenir, pero Ren levantó una mano con calma. Su tono era dulce, casi burlón, pero había algo firme en él. "¿Insinúas algo, Aoba? Porque aquí todos sabemos que Yuuki tiene una forma muy... particular de adaptarse a las situaciones. ¿Verdad, cariño?"

La mirada de Yuuki pasó de Ren a Aoba, incómodo pero tratando de mantenerse neutral. "Yo... creo que hemos encontrado un buen equilibrio."

"Claro." Replicó Aoba con una sonrisa sarcástica. "Equilibrio. Supongo que llamas equilibrio a lo que tú decides, Ren."

Ren soltó una carcajada, corta y controlada. "Oh, Aoba, siempre tan directa. Me encanta eso de ti. Aunque deberías relajarte un poco. No estamos en una junta de capitanas, ¿sabes?"