Pequeños Momentos o como yo los llamo "MiniMentos" de mis dos lesbianas favoritas.
▪︎Incorrect quotes
▪︎Headcanons
▪︎One-Shot (a pedido si quieren)
▪︎Y más 🐛
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El despertador de su habitación sonaba fuertemente, provocando que rápidamente despertará. Paulette talló sus ojos sentándose en la cama. El despertador marcaba las 6:00 de la mañana, lamentablemente tenía que ir a trabajar.
Se levantó de la cama y se vistió, se peinó y trató de arreglarse medianamente formal. Salio de su habitación y bajo las escaleras de la pequeña casa en la que vivía junto a su novia. El piso de abajo se encontraba completamente solo; por lo que supuso que Raquel seguía dormida. Ambas tenían que ir a trabajar así que tomó aire y volvió a subir las escaleras para llegar al cuarto de su linda novia.
Tocó. Y al no recibir respuesta prefirió abrir la puerta. Giro la perilla y empujo la puerta adentrándose, el cuarto de la pelirroja se encontraba mil veces más arreglado que el suyo propio. Las cosas organizadas que parecían nunca cambiar de lugar aún si la chica las utilizaba a diario.
Se acercó a la cama de su pareja y quedó al costado.
—Oye...—Susurró, le dio unos toquecitos en la mejilla de la pelirroja quien solo se removió en su cama, Paulette sonrió inconscientemente, le causaba ternura ver a su novia—Pss...—Nuevamente, toques en el rostro, esta vez tuvieron mayor efecto en su novia, pues esta vez entre-abrió sus ojos y jadeo. —Buenos días, linda—saludó la castaña, la contraria le sonrió, aún bastante dormida.—Ya es hora, hoy tenemos que ir a las pruebas con el señor Caín.
La contraria pareció reaccionar un poco al más al recordar sus actividades diarias del día.
—Ya voy.—Hablo por fin, se sentó en la cama, a pensar de estar recién levantada se veía tan perfecta a ojos de Paulette, como siempre.
Mientras la contraria se arreglaba Paulette salió de la habitación yendo hacía el piso de abajo para poder empezar a hacer el desayuno. Algo simple, después de todo regresarían pronto y podrían desayunar algo mas decente al regresar.
Cuando estaba por terminar escucho las pasos provenientes de la escalera y luego a esos mismos acercarse hasta la cocina donde ella se encontraba. Levanto la mirada encontrando a su novia, llevaba puesto un jumper azul marino, con una playera blanca debajo, mallas de cuadritos negras y muchos broques para decorar y sostener su rebelde pelo.
—¿Como me veo?—Pregunto Raquel esperando la aprobación de su pareja. La castaña se quedo embobada unos segundos hasta que regreso a la realidad.
—Hermosa, como siempre—Respondió con una sonrisita. Raquel sonrió.
—Tu también te ves preciosa, mi amor—Raquel acerco a su novia y la beso en la frente. Paulette se quedo perdida en su felicidad unos segundos, mientras que Raquel tomaba un pan tostado y le untaba mermelada de sabor fresa.
Paulette volvió en si misma para después terminar su desayuno en compañía de su novia.
