Esclavo del Rey de la Mafia-Hyunlix

día especial

Felix y Hyunjin caminaban de un lado a otro viendo las decoraciones, la comida, el salón, los guardias y los invitados, viendo que todo fuera perfecto. Era el cumpleaños numero quince de su princesa, era un día tan especial que Hyunjin sentía que el corazón se le saldría del pecho.

—Amor, iré a ver a Nayeon, quédate aquí ya sabes que quiere sorprender a todos— le dijo.

Hyunjin con un puchero en sus belfos, asintió dándole un piquito.

Felix fue donde su cachorra, donde se obligó a no llorar.

Un bello vestido azul claro adornaba el cuerpo de su niña, una verdadera princesa.

—¿mami, como me veo? —le pregunto, dando una vuelta.

Felix cerros sus ojos tratando de retener sus lágrimas.

—Hermosa... simplemente hermosa—dijo, y no evito soltar una lagrima.

Nayeon abrazo a su madre con cuidado.

—No llores... mami, arruinarás tu maquillaje—le dijo, para subirle el ánimo.

—Es que... has crecido tanto, mi pequeña— acaricio con cuidado su rubio cabello.

—Yo... ya estoy lista, solo me falta mi corona— le dijo, buscándola.

Felix acaricio sus manos.

—Será tu padre quien te la coloque, a soñado con eso desde hace mucho— dijo, soltando una risita.

Nayeon sintió sus ojos humedecerse, su padre... los amaba tanto. Si su padre le ponía su corona probablemente se largaria a llorar allí mismo.

Felix al ver como los ojos de su niña se cristalizaban le dio un pequeño beso en su frente.

—Tranquila mi niña. Papá te esperara en el escenario— le dijo, para finalizar, y salir de aquella habitación.

Acaricio su vientre tratando de tranquilizarse, sus emociones se iban por la borda y su cachorro no lo hacia mas fácil.

Busco a su pareja quien estaba jugueteando con sus venosas manos por los nervios.

Felix acuno el rostro de su mayor con cuidado, para que este se tranquilizara.

—Ya viene... amor—dijo, sonriendo de par en par.

Hyunjin llamo a Bangchan, quien tenia en una almohadilla la corona con diamantes de su hija.

—Ya casi... Chris, falta muy poco—le aviso, para que no se le escapara por allí.

La música comenzó a sonar y todos los invitados guiaron su mirada a la protagonista, Nayeon con la mirada en alto fue hacia el escenario y dio una vuelta con orgullo, Hyunjin y Bangchan caminaron hacia el escenario para completar la vestimenta de Nayeon.

Hyunjin sentía su pera temblar al ver los bellos que eran sus genes.

Nayeon con una sonrisa abrazo a su padre.

—Mi cachorra... el día de hoy cumpliste tus bellos quince años, y quisiera que no cumplieras más para tenerte siempre a mi lado— los presentes soltaron una pequeña risita al escuchar aquellas palabras.

—Eres y siempre serás mi princesita, a pesar de que ya estas creciendo al punto de que papá ya casi no puede abrasarte. te amo... mi querida Nayeon, y el día de hoy tengo el honor de colocar tu corona, porque has crecido tanto que pasaste de ser mi princesita a mi reina. solo te pido una cosa... mi niña, no importa cuánto crezcas, siempre que necesites algo busca a papá, porque siempre estará acá, a tu lado y en tu corazón—la fina corona fue puesta en el rubio cabello de la menor, quien limpio sus lagrimas y se preparo para mas cuando vio a su madre subir al escenario.

—Mi niña... siempre estaré eternamente agradecido por haber llegado a este mundo, gracias por darme tantas sonrisas y tantos abrazos, gracias por siempre confiar en mi y que antes de verme como tu madre me viste como un amigo, te agradezco que jamás hayas cambiado tu bella forma de ser... tan alegre y amable, tan cariñosa y melosa con nosotros, te amamos a tal punto de que nos cuesta que algún día... tendrás que volar del nido, y que cuando queramos llamarte para que duermas con nosotros no estes. Te amo, mi pequeña cachorra... disfruta tus quince años y jamás dudes de que siempre estaremos a tu lado—

Dijo para finalizar con un casto beso en su frente.

La pequeña, ya no tan pequeña familia se unió en un abrazo.

—Te amamos... Nini... no lo dudes— dijo Hyunjin finalizando aquella bella y al mismo tiempo dolorosa forma de despedirse, ahora solo quedaba disfrutar del pequeño año que le quedaba junto a su cachorra en el mundo mortal.

La fiesta prosiguió como cualquier otra, solo que con mas sentimientos agregados.

Después de cortar el pastel y de que cierta Alfa no dejara de abrazar a sus cariñosos padres... había llegado la hora del vals.

Hyunjin se puso de pie y llevo a su cachorra al escenario.

Felix veía a los amores de su vida bailar y no se contuvo, sus lágrimas salían como un chorro de agua. Le era tan complicado no llorar al ver tan bella escena.

Felix visualizo las lagrimas de su Alfa, quien se veía tan orgulloso de su cachorra y a la vez tan sensible.

—Mi Nini... deja de crecer te lo pido—le rogo, aferrándose a sus brazos.

—Padre... gracias por todo lo que me has dado. Gracias por darme amor y siempre ser un padre presente, uno que cuando me raspe la rodilla, corrió por un medico para que me curara, gracias por ser un padre que me enseñó a ser una buena persona a pesar de tener de vez en cuando un carácter tan pesado, gracias por enseñarme a como debo cuidarme y defenderme. Les debo todo a ustedes, a ti y a mamá... gracias, por hacerme tan feliz y dejarme vivir la vida, y gracias por dejarme cometer errores, los amo con toda mi alma— le dio un fuerte abrazo a su padre.

Termino la música y Nayeon y Hyunjin corrieron donde Felix para unirlo.

Gracias madre luna, jamás dejare de agradecerte por la familia que me diste a pesar del dolor//

Se dejo llevar por la música y los cálidos abrazos de su familia. En definitiva, los amaba con su alma.

Eran su razón de vivir, y siempre lo serian.

nota de la autora.

lamento que el capitulo no fuera tan detallado, pero es algo que me costo escribir por problemas paternales, quisiera compartir un detalle de mi vida con ustedes y al mismo tiempo preguntarles algo

¿Su papá estará en su fiesta de quince? porque algo que jamás podre tener es a un padre que se tome enserio el dolor de su hija, que deje las copas de lado para pensar en mi, y en los pequeños deseos de tener a mi padre abrazándome y bailando aquella música que a pesar de que te da felicidad, tus emociones te traicionan y cambian de sonrisas a lagrimas. 

si algún día quieren desahogarse con alguien, no duden en hablarme al privado, todos necesitamos desahogarnos con alguien que sabemos que no nos va a juzgar.

los quiero.