Esclavo del Rey de la Mafia-Hyunlix

Si tan solo...

Felix despertó un tanto asustado, aquel no era el lugar donde vivía, e incluso su ropa y su cuerpo se sentía distinto.

—Hola pequeño ¿Cómo estás? —le pregunto Christopher. Felix asustado retrocedió.

—Tranquilo no quiero hacerte daño, solo debo de decirte unas cosas—le pidió sentándose en la orilla de la cama.

Felix abrazo la almohada y asintió atemorizado.

—Bien pequeño. ¿recuerdas al Alfa de ayer? —le pregunto de manera tranquila.

Felix asintió aun asustado.

—Okey. Pequeño, no puedes llamarle por algún apodo, debes de llamarlo como "Alfa", no debes de alzarle la voz y recuerda, si el te dice algo o te pide algo debes de obedecerle—

Hyunjin entro a la habitación y le pego un pequeño zape en la cabeza.

—Tranquilo lindo, no lo escuches el solo esta delirando, no le obedezcas. ¡Bangchan cállate y ve a mi oficina ya! —le dijo apresurado.

Hyunjin vio como Felix se asusto ante ambas presencias y sus orejas salieron.

—Hey tranquilo lindo, no te asustes. Mira, yo también soy un hibrido—le dijo sacando sus oscuras y peludas orejas.

Bangchan lo miro sorprendido, pero este solo lo ignoro.

Felix seco sus lágrimas sintiéndose un poco mas en confianza.

—¿U-usted sabe c-controlar su t-transformación? —le pregunto emocionado.

Hyunjin movió su cola emocionado al ver ese brillo que su Omega portaba, aquel que el algún día le había arrebatado.

—Si bonito, y con gusto voy a ayudarte. Por ahora debes de vestirte y debes de desayunar lindo—le dijo manteniendo su distancia para no incomodarlo.

—O-okey, m-muchas gracias—dijo sin saber que hacer.

—Bangchan, ve a la oficina tu y yo debemos de hablar, ayudare a Felix a vestirse. vete—

Bangchan aun sorprendido salió y fue a la oficina para esperarlo.

Hyunjin fue a su armario, no había nada que le quedara a Felix, pero quizá un buzo de Yeji y una camisa de él le quedara.

—Pequeño, espérame aquí. Por favor no te destapes no quiero que pases frio—le dijo yendo a la habitación de Yeji.

Abrió la puerta y sin preguntar fue a su armario.

—Hey estúpido ¿Qué haces? —le pregunto poniéndose a su lado.

—Necesito que cualquier cosa, Yeji, cualquier cosa de la mafia, donde hablen de muerte, homicidio y armas en esta casa no se escuche, si quieres matar a alguien no podrá ser aquí. El trafico de Omegas ya no es posible, aun recuerdo la promesa que te debo. Pero necesito que por ahora Felix no se entere de nada—dijo buscando el buzo.

—¿Quién es Felix? —pregunto curiosa.

—Mi Omega, no lances comentarios pasivos agresivos. En esta casa se le dará el respeto que merece—dijo tomando el buzo.

—Pero, no te enojes ni nada, se que odias escuchar este nombre ¿q-que pasa con tus problemas agresivos de J-Jeongin? —le pregunto lista para probablemente recibir un golpe de parte de su hermano.

—Me vale mierda ese chico Yeji, mi prioridad es Felix. Nada, no nadie más—dijo saliendo de la habitación.

—Hola bonito, ya volví—le dijo con una sonrisa.