Esclavo del Rey de la Mafia-Hyunlix

Miedo

Ámbar estaba desesperada, no sentía el alma de la omega de Nayeon por ninguna parte y ya casi no había ni un minuto de tiempo.

—Nayeon, n-no hay tiempo—dijo Ámbar agarrando sus manos.

—Lo sé—dijo Nayeon asustada. Ámbar se sobre salto al sentir como una presencia entro al reino del dragón lunar. El lobo mayor llego corriendo a la habitación.

—H-Hyunjin llego—les informo a ambos.

Nayeon enterró sus uñas en la palma de sus manos con desesperó.

Un fuerte aullido hizo temblar a la menor, su padre solo se transformaba cuando su madre se lo pedía o cuando estaba realmente molesto, sabía que la había cagado, era la persona que más sufría al no ver la sonrisa de su Omega, simplemente hizo lo que creyó correcto.

—Tranquila princesa, todo estará bien, n-nosotros nos encargaremos de eso—dijo tratando de calmarla.

—C-creo que solo debo aceptar las consecuencias—dijo Nayeon con lágrimas—al fin y al cabo, ellos me educaron de la mejor manera, y yo les... falle—Nayeon quería derrumbarse, pero ya debía de comportarse como lo que era, una Alfa y una Hwang, y los Hwang deben de hacerse cargo de sus errores.

Ámbar tomo la mano de su Alfa y corrió al núcleo de su reino.

—Solo nos queda esta opción—dijo Ámbar tratando de concentrarse.

—Dejaremos esto en manos de Hyunjin, el sabrá que hacer—dijo el lobo mayor.

—Pero Felix podría hacer cambiar a Hyunjin—le dijo Ámbar con esperanza.

—Podría hacerlo, pero el seguirá cargando con el dolor del pasado. Hyunjin sin ofender, es Alfa, el podrá hacerlo. No volverá a lastimarlo y le dará una mejor vida—Dijo el lobo mayor convencido.

—Bien—dijo Ámbar.

...

Hyunjin agarro una manta y se cubrió, aunque le gusto el no tener que buscar a Nayeon, ella simplemente vino a él, lo que no le gustaba era tener que lastimar a su hija, a la viva imagen de su Omega.

—H-hola padre—dijo con la cabeza agacha.

—Mínimo levanta la cabeza, te enseñe a nunca bajarla, ni siquiera ante mi—dijo dándose la vuelta.

—Se que esto es muy tarde, pero en verdad perdóname padre, creí que hacia lo correcto—dijo Nayeon tratando de conectar la mirada de su padre, mas este no quería mirar sus ojos.

—Lo se Nayeon, honestamente esto me duele mas que a ti, no soy quién para juzgar tus acciones, tu sabes que yo cometí errores de los que me arrepentiré hasta el final de mis días. Use a tu madre, lo golpee he incluso viole, todo por dolor, despecho he ira. Pero prometí no volver a lastimarlo. Repito, no soy quien para juzgar el que hayas lastimado a tu Omega, lo que me molesta es que Felix trato de todo para hacerte la mejor persona, el dio todo por ti, yo trate de todo para que no cometieras mis errores, te deje vivir a tu manera. Solo hay una cosa que odio mas que nada en esta vida y es ver los ojos de mi Omega con lágrimas, los mismos ojos que tu tienes—cada que miraba a Nayeon era como mirar a Felix.

—L-lo lamento en verdad padre—dijo ya cansada de llorar.

—Lamento decírtelo princesa, pero las disculpas ya no sirven. ¿Qué es lo que mas te he enseñado? —le pregunto resistiéndose para no abrazarla y arrullarla.

—Una Alfa protege a su Omega—dijo decepcionada de sí misma.

—Y un Hwang carga con las consecuencias de sus acciones—dijo apuntando a la salida mágica del reino.

—Y como una Hwang me are cargo de mis acciones—

...

—Tranquilo Ámbar, solo debe de ser un corte mediano, no te excedas—dijo agarrando su navaja.

—Te amo—Dijo Ámbar antes de cortar la palma de su mano.

—El tiempo es la fuerte de nuestro reino, generaciones usaron el poder de nuestro núcleo como fuente de poder, y hoy nosotros arriesgamos nuestras almas para dar una segunda oportunidad—dijo Alex, el gran lobo.

Ambos dieron lo mas posible de su sangre en el núcleo hasta desmayarse, esto era una ultima oportunidad, solo se puede hacer esto una vez cada cien años.

Y retrocedieron eltiempo, un día antes de que Hyunjin fuera por Felix.