La fiesta ya había quedado atrás. Todos los alumnos ya habían vuelto a la seriedad de sus estudios... bueno... casi todos...
-¡Six, six, six, the number of da' beast...! -cantaba James a todo pulmón acompañado de su estéreo que sonaba muy alto, amenazando con reventar los oídos de los que vivían en el mismo piso con ese puro Heavy Metal.
Ray estaba acostado en la cama con una almohada sobre la cara; Mikey estaba en el escritorio con la frente recargada en una mano, tratando de concentrarse en el cuestionario que tenía de tarea; Bob se hallaba sentado en el sillón, tapándose los oídos con las manos, haciendo un intento por leer una revista de medicina, moviendo los labios conforme leía.
Y Gerard... bueno, él realmente debería estar leyendo un libro del cual tenía que hacer un análisis literario, pero era menos insistente que sus amigos y más coherente, así que solo escuchaba la música de sus vecinos de dormitorio, sabiendo que no podría leer en paz, sentado en su cama con las piernas recogidas.
Pero no era el único que tenía que leer un libro...La semana había pasado muy rápido, y los deberes para los universitarios había comenzado a lloverles de forma casi inaudita.
Frank, como primera tarea, debía leer un libro de su gusto, para luego hacer un sencillo resumen en el que calificarían que tan buenas o malas eran sus cualidades para la comprensión de la lectura.
Sin duda, la cosa no iba muy bien.
No quería pedirle ayuda a Gerard, con el que no había vuelto a hablar desde la fiesta, su orgullo y otro sentimiento confuso se lo impedían.
Así que ingenuamente había tratado de leer algo por sí mismo. Estaba seguro de que Gerard algún día le preguntaría como iban las cosas y Frank planeaba presumirle una nota altísima de un libro increíble y profundo.
Pero ¿para qué engañarse? No sabía nada de libros o autores. Había buscado en Internet, y finalmente halló un libro del que haría un resumen de excelencia (o eso pensó). Se trataba nada más y nada menos que de una de las joyas más importantes de la literatura española: "Don Quijote".
"No será mucho problema" pensó el joven Iero tranquilo.¡Pero cuál fue su horror al llegar a la biblioteca y ver el tamaño del bendito libro! Aún así, no se rindió. Toda la semana trató de leerlo, pero entre su déficis de atención, el relajo de sus compañeros, y el echo de que Miguel de Cervantes relataba de una forma muy confusa, no había pasado ni del segundo capítulo.
Encima ahora con el Heavy Metal de Iron Maiden retumbándole en la nuca... pues valla, ahora también confundía lo que leía con partes de la letra que se sabía muy bien.
No pudo aguantar más y apagó el estéreo. Los chicos lo miraron al instante. James había estado saltando en la cama, Andrew estaba en el sillón acostado mientras dibujaba y Rob se hallaba tendido sobre otra cama, dejando su cabeza colgar por el borde.
-¿Qué te pasa? -preguntó éste agresivo al alzar la cabeza.
-Chicos... -dijo Frank con un zumbido en sus oídos a causa del repentino silencio-. ¿Qué no tienen tarea?
-¿Y eso en qué te afecta? -preguntó Andrew con escepticismo.
-Miren... no es por ser mal compañero... pero tengo que entregar este resumen antes del Lunes que viene. Solo tengo una semana y por desgracia la música no me ayuda a concentrarme.
-Mira, no es por ser mal compañero -repitió Rob, pero con otras intenciones-. Pero si quieres leer ve a una biblioteca. No estamos obligados a dejar de divertirnos solamente porque "El nuevo" tiene ganas de hacer su tarea.
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¿Acaso tu corazón palpita? por Mariana lero (AKA: FreRarD_IS_Love)
FanfictionFrank es inscrito en la misma Universidad que Gerard, Ray y Mikey por la fuerza. Ese mismo año, Bob es transferido a la misma. Lo único que Frank quiere es ser una estrella de Rock, pero sus padres quieren que sea escritor. Condenado por ello, entra...