[Narra Frank]
No sé que demonios me ocurría. Estaba hundido en el sillón, entre esas personas que charlaban y bailaban sin quererme mover, bebiendo de una nueva cerveza que había conseguido.
No entendía el porqué de mi pésimo ánimo. Yo estaba de muy buen humor y de repente éste se había ido. Lo curioso es que todo cambió después de haber escuchado esa conversación entre Gerard y Lindsey. ¿Qué no podían guardarse sus indecorosas charlas privadas para otro momento en que yo no estuviera pasando?
Bueno... cuando lo pienso un poco es algo irracional decir eso, ya que se supone que nadie los escuchaba.. osea que soy un fulano entrometido... solo eso... aunque... no, tampoco, porque yo no tenía intención de escuchar... creo...
Sacudí la cabeza para despejar mi mente.
¿Qué demonios pasaba ahí? ¿Porqué ese repentino enojo y el deseo de estar solo? ¿Porqué quería volver e interrumpir a Gerard y Lindsey? ¿Porqué quería estar con el primero y tirar de las escaleras a la segunda?
¿Porqué?
-¿Estas bien?
Me sobresalté al escuchar la voz de una chica a mi lado. Miré y me percaté que se trataba de Katerine, que había asomado la nariz sobre su libro para mirarme con las cejas un poco alzadas.
-¿Perdona? -pregunté torpemente.
-Llevas quince minutos moviendo tu pie de forma histérica, haciendo un molesto sonido -me dijo ella-. Debes estar muy nervioso o muy enojado para hacer tanto ruido, por eso te pregunto si estás bien.
-¿Nervioso? ¿enojado? -repetí riendo-. No. Yo solo...
-Esta bien, olvídalo... -atajó ella tranquila.
Y volvió a fijar su vista en el libro.
Yo estaba perplejo... si que era rara, cambiaba muy rápido el tema sin motivo. Pero algo sí me dejó pensativo. Si hasta ella podía percatarse de mi estado ¿cómo era posible que yo continuara sin saber qué me pasaba?
Me levanté, dejando la botella vacía sobre una mesa y comencé a caminar entre las personas sin saber qué buscaba precisamente. Choqué contra alguien...
-Oh, lo siento yo... -dijo. Pero entonces me miró-. Ah... solo eres tú...
-¡Raymond! -le regañó Juni que venía tomada de su brazo. Luego me miró-. No le hagas caso Frank, es muy...
-Ah, calla Jun... -le dijo Ray enojado.
Y la llevó casi arrastrando lejos de mí, dedicándome una cara de profundo desprecio que me atravesó.
Es curioso como puede ser que a una persona nunca le afecte ciertos tipos de comportamientos, y que en un momento de debilidad, le afecten esos y más. Como a mí en ese momento. Suelo ser indiferente al trato de otras personas, pero en ese momento me hallaba tan enojado... susceptible a cualquier cosa...
No pude evitarlo, y como a una despechada quinceañera, mis ojos se llenaron de lágrimas. Me sentí tan patético en ese momento... yo, con lágrimas en los ojos ¿saben lo inusual y penoso que es para mí? Tuve que morderme el labio para tratar de tranquilizarme mientras avanzaba hacia el baño en busca de un refugio, pero cuando casi llegaba vi a Gerard bajando las escaleras, buscándonos entre la multitud.
No sé porqué, simplemente me quedé estático. Él me miró y sonrió, yo sin embargo ya no podía más en ese ambiente y con mis sentimientos haciendo ese repentino complot contra mí. Simplemente me di la vuelta y salí corriendo de la casa. Crucé el jardín ignorando todo y a todos, hallando agradecido la camioneta de James, tras la cual, me oculté cobardemente.
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¿Acaso tu corazón palpita? por Mariana lero (AKA: FreRarD_IS_Love)
FanfictionFrank es inscrito en la misma Universidad que Gerard, Ray y Mikey por la fuerza. Ese mismo año, Bob es transferido a la misma. Lo único que Frank quiere es ser una estrella de Rock, pero sus padres quieren que sea escritor. Condenado por ello, entra...