Fastidio

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El trato se había cumplido, ya solo era cuestión de tiempo para ver el resultado.

Lucifer estaba seguro de que había funcionado, pero no quería cantar victoria aún quería que el tiempo hablara y moría por qué le diera la razón, algo le gritaba que había funcionado y ya moría de ganas por obtener una respuesta, algo que le confirmara. Era una felicidad enorme que sentía, hasta la palabra se quedaba corta a lo que sentía en esos días, aunque...

La felicidad del rey no duró mucho.

A las semanas fue llamado del cielo para continuar con los asuntos que tenía pendientes con ellos.

Si, esa era la espina que solo lo atormentaba en esas últimas semanas.

Maldecía por qué le quitarán esa felicidad, las escasas juntas que tenía con ellos en todos esos años no eran la gran cosa, temas que se solucionaban al momento o apenas duraban un tiempo y listo, pero tenía reuniones más seguidas con ellos y no eran tan... Agradables, el tema que tocaban le era un fastidio totalmente y esa junta sabía que iba a ser exactamente igual a las demás.

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Había sido llamado nuevamente para otra reunión, la última había sido hace apenas seis semanas, creía que el tema ya no se volvería a tocar o la respuesta sería más tardía según lo que le dijeron en la última. En si pensaba que no tenía nada que hacer ahí o que solo iba a perder el tiempo de escucharlos balbucear para que al final no quedarán en nada como en las últimas reuniones.

Llegó a la torre donde siempre solían ser las reuniones con el cielo, su presencia se hacía notar al solo escucharse sus pasos en el largo y vacío pasillo del edificio. Llegó hasta la mesa casi al final y tocó el timbre como solía acostumbrar para avisar su llegada, inmediatamente unas puertas se abrieron de tantas que había en el lugar invitando al rey a entrar haciendo esto mismo.

Estaba todo oscuro en esa sala de juntas, veía en el fondo de esta y al final de la larga mesa una silueta, sospechaba que sería serafín o alguien de mayor rango con los que solía discutir esos temas.

Quedó parado en la entrada esperando a que las luces se encendieran y se mostrará la persona con quién estaría, las luces se prendieron a los segundos que esté entro para darle la gran sorpresa de su acompañante, mirando inmediatamente a esa persona con desagrado y odio completo hacia el.

– Largo tiempo sin verlos, pendejo. – hablo aquella persona que acompañaba a Lucifer en esa sala, estando sentado hasta el otro lado de la mesa –

– Lo mismo digo... Adán. – dijo, con una sonrisa forzada hacia su contrario, manteniendo una postura firme y tratando de no perder la compostura –

Ambos no se quitaban los ojos de encima, pero había una diferencia: el como se miraban.

Mientras Adán veía al rey con una sonrisa algo tonta y provocativa en el sentido para molestar al de blanco, al igual que se notaba más relajado, en cambió Lucifer lo veía con fastidio, sonreía pero para no mostrar odio a su contrario. Durante un largo silencio tengo para ambos, el monarca decidió tomar asiento, cruzando los brazos y recargandose en la silla relajando su cuerpo, su elegante postura se fue no tenía caso mantenerla frente a ese, pensaba el rey.

– Vamos, admite que me extrañabas. ¿Hace cuanto que no nos vemos, eh? – pregunto con cierto ánimo aumentando su sonrisa – ¿El arca de Noé? ¿La cruz? ¿La última cena? – seguía interrogandolo, tratando de animarlo – Oh cierto, no estuviste en esta última, ni en la de la tierra ni la del cielo.

Fruto Prohibido ᝰ.ᐟ Radioapple [Alastor x Lucifer] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora