sueño de todos realidad de nosotros

capitulo 3: enamorado tuyo

                                           Die
la pantalla de mi celular se iluminó, dejando ver un mensaje que decía '12 pm', acompañado de una dirección.

'Xochimilco me dará un sermón'

suspiré, ya escuchando en mi cabeza la voz de Xochimilco regañándome por las estupideces que cometo y hago. Miré la hora en mi reloj y ajusté mi corbata.

Conocí a Xochimilco unos años atrás, estaba terminando mi último año de contabilidad y administración.

'Llegó tarde, llegó tarde'

pensaba mientras subía las escaleras hacia mi salón. Me detuve al chocar con alguien, ensuciando su suéter gris y parte de sus pantalones negros.

Ay carajo...'

lo escuché decir molesto. Me disculpé con él y salí corriendo a mi salón, no tenía tiempo para pelear con un desconocido.

Tenía un examen ese día, y por decir 5 minutos más y volver a dormir, llegué tarde. Al menos no lo aplicó el profesor, sino un sustituto. De no haber sido así, probablemente no estaría entregando mi examen. Salí de mi salón y revisé mi reloj. 'Vaya, una hora no es mi récord, pero está bien, supongo', decía bajando las escaleras. Tenía hambre, así que fui a la cafetería.

Hice la fila como todos los demás y vi al chico 'Ay carajo' sentado en una de las mesas, tecleando en su computadora mientras sus lentes eran iluminados por la pantalla. Le compré un café americano con poca azúcar, y yo me pedí un chai latte como siempre. Lo dejé frente a él; este ni se inmutó, realmente estaba concentrado. Tuve que aclarar mi garganta para que me notara.

'¿Puedo sentarme?', pregunté. 'Claro', respondió. Me senté frente a él y le dije que el café americano era para él. Me disculpé por lo de una hora atrás, le expliqué, y él aceptó mis disculpas. Para tener una vibra bastante tensa, es amable. '¿Y tú qué te pediste?', me preguntaba viendo confundido mi bebida. 'Es un chai latte'. 'Ah, un té chai', dijo sin importancia. '¿Qué dijiste? ¡Té chai?', dije poniéndome mi bebida en la mesa. 'Chai significa té.

Estás diciendo 'té té'. Genio'

soltó una carcajada al ver mi cara de indignado por su ignorancia.

                                            Dal

"debí ponerme en tu lugar"'

esas palabras se quedaron grabadas en mi cabeza, haciéndome sacudirla y llamando la atención de mi padre.

'¿En qué piensas? Casi no has tocado tu comida'.

'Lo lamento, estoy distraído.

Gracias por comprar la comida que me gusta'.

'Está bien, yo también tenía antojo de comida china', decía tranquilo, comiendo de su sopa de mariscos.

Mi padre le llamaba comida china a todo lo que fuera asiático. Comía yo el sushi que me había comprado.

Él no tenía idea de lo que había pasado esos últimos 6 meses; había salido de viaje y me había dejado por mi cuenta. A pesar de ser un hombre mayor, era bastante trabajador; lo admiraba por eso.

A veces peleamos, reniega de mí, pero jamás me ha tratado mal y tiene su manera de demostrarme su cariño, ya sea con alguna conversación, pasando tiempo conmigo o simplemente comprándome algo que sabe que me gusta.

Terminaba de comer después de él, y mientras él veía la tele en su sofá, vistiendo su camisa blanca sin mangas y shorts color azul, yo lavaba los platos sucios mientras las memorias volvían.

'No me has dejado besarte desde que llegaste'.

'¿Qué?'

él se acercaba a mí y yo retrocedía nervioso. Jamás había tenido un novio, menos tan cerca. Había llegado a la ciudad donde se presentaría hace unas horas, y al fin estábamos en la habitación en la que me estaría quedando.

Había una cama, una barra junto con una silla como escritorio, un mueble con la tele, un clóset de madera y el baño con la cafetera en una esquina del lavamanos.

No es el mejor hotel en el que me he quedado, pero tiene una linda vista y la ubicación me gustó. Mi espalda pegó con la pared, haciendo que él me acorralara, para luego sentir sus labios delgados sobre los míos.

'Hijo de...'

volvía a mi realidad, cerrando la llave del agua y secando mis manos."

la imagen de ese chico de pelo negro con mechón blanco no me dejaban en paz.