Disfruta de la segunda parte de la historia‼️
George, el híbrido de gato omega, intenta equilibrar su vida como camboy y al mismo tiempo formar una familia con su alfa, Dream.
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Dream caminó por el apartamento inquietantemente silencioso, haciendo todo lo posible para caminar en silencio como todo el lugar parecía estar arrullado en un sueño tranquilo.
Miró hacia los grandes ventanales del salón y vislumbró el amanecer reflejándose en los rascacielos. Había vuelto a casa antes de lo previsto, después de hacer todo lo posible por coger el primer vuelo.
Atravesó sigilosamente el salón, yendo por el pasillo hacia el dormitorio. Encontró la puerta cerrada, guardando algo bastante valioso al otro lado de la misma.
Dream abrió la puerta lentamente, moviéndose con cuidado. Su mirada se dirigió inmediatamente a la cama, donde encontró lo que parecía un montón de su propia ropa junto con mantas y almohadas.
Era un nido, hecho por su omega, George. Y en medio de él, el omega dormía plácidamente.
Dream contempló sus ojos cerrados y su pelo oscuro y despeinado tendido sobre la almohada, su mirada cariñosa mientras le observaba dormir plácidamente.
El omega también estaba agarrando un jersey que pertenecía al alfa, en el que tenía enterrada la mayor parte de la cara.
Dream se movió tan silenciosamente como pudo, acercándose sigilosamente a la cama para no molestar a su omega dormido. Su corazón se hinchó el doble de su tamaño al verlo.
Parecía tan dolorosamente adorable así, con sus oscuras y largas pestañas proyectando sombras sobre sus mejillas, su cola enroscándose alrededor de su cuerpo y sus orejas parpadeando suavemente con cada pequeño sonido que hacía Dream.
Cuando el alfa llegó a la cama, extendió una mano vacilante para enredarse en el pelo del omega. Le apartó algunos mechones de la cara con un gesto cariñoso, y ese mismo amor se reflejó en sus ojos mientras le sonreía cálidamente.
El omega empezó a parpadear, despertado por el cariñoso contacto. Su mirada se dirigió hacia el alfa, y al verlo, el híbrido empezó a ronronear de inmediato.
"¿Dream?"
Murmuró entre las telas del jersey al que se aferraba. Parecía cansado, ligeramente aturdido.
La sonrisa de Dream se ensanchó al oír su voz soñolienta. Había echado tanto de menos esa voz.
"¿Sí?"
George gimió en cuanto habló, dándose la vuelta para tumbarse boca arriba mientras estiraba los brazos extendidos. Agarrando débilmente la pierna del pantalón del alfa mientras dejaba escapar un pequeño gemido.
"Te odio, Dream".
"¿Qué? ¿Me odias?"
Dream habló, luchando por borrar el cariño de su tono.
"Sí."
Respondió George, cogiendo el jersey que había estado agarrando mientras dormía para abrazarlo con fuerza en su pecho.
