Disfruta de la segunda parte de la historia‼️
George, el híbrido de gato omega, intenta equilibrar su vida como camboy y al mismo tiempo formar una familia con su alfa, Dream.
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"Dreaammmmmm..."
George gimoteó, agarrando la ropa suave y las mantas de su nido, amasando el material para calmarse. Su cola se agitaba y sus orejas se doblaban débilmente hacia atrás.
"¿Necesitas que te traiga algo? ¿Un poco de agua? ¿Más mantas? ¿Quieres otro masaje?"
Dream habló, queriendo hacer todo lo posible para calmar a su omega.}
Hacía pocos días que George había cumplido cuatro meses de embarazo, y ahora sólo esperaban que sus bebés estuvieran listos para nacer.
Dream había encontrado a George haciendo un nido con su ropa y mantas en su armario ese mismo día, lo que era una buena señal de que el híbrido pronto se pondría de parto. Había elegido un lugar extraño para anidar, pero sin duda era algo que le había llevado a hacer por puro instinto. Encontrar un lugar donde oliera como su alfa, una habitación bastante oscura y pequeña también donde pudiera sentirse seguro y a salvo.
"Sólo haz algo, Dream... sácalos..."
Suplicó George, empujando la mejilla contra la suave capucha que amasaba, deseando que el alfa lo liberara de sus cargas.
"Sabes que no puedo hacer eso, amor..."
Dream habló con voz suave, frotando su mano por el lomo del omega. Haciendo que el híbrido ronroneara débilmente a pesar de su incomodidad.
"Los odio, Dream. Por qué no pueden salir, son tan molestos".
George respiró, cerrando los ojos mientras dejaba que Dream le frotara la espalda tranquilamente.
"Oh vamos, en realidad no quieres decir eso, George. No los odias".
"Sí, quiero".
George dijo, sabiendo muy bien que no. Quería a sus bebés, por supuesto. Pero esperar era agonizante, y quería que el parto empezara ya.
Justo cuando el alfa estaba a punto de protestar de nuevo por sus palabras, George cerró los ojos de repente mientras prácticamente gritaba:
"¡Dreaammmmmm...!"
"¿Qué, qué? ¿Qué pasa, George? ¿Te duele algo?"
George tenía una expresión de incomodidad en la cara mientras se agarraba a las suaves telas que le rodeaban, gimiendo y lloriqueando al sentir lo que sólo podía suponer que era una contracción.
"¿Está pasando, George? ¿Deberíamos ir al hospital?"
El omega jadeó, sintiendo una humedad donde estaba tumbado que no parecía sudor. Al menos, no creía que lo fuera.
Miró hacia abajo, descubriendo que había empapado parte del nido justo donde estaba tumbado.
"Creo que he roto fuente". Murmuró, sonando ya agotado.
