Odio cuando la verdad razón y la mentira esperanza se dan la mano y no te dan margen a confundir nada y aún así marcharse para ti no es la opción.
O te quedas a fingir una risa amarga mientras dentro se deshace y entra en caos tu universo.
O te obligas a ir todo roto por mucho tiempo con la certeza infinita que quizás un día el sol de tu universo ilumine otro mundo con vida.Con qué voluntad de hierro sellarme los ojos para no buscar sus letras. Atar las manos para no escrirle. Drogar la mente para que no lo piense y silenciar el corazon para que no lo nombre...pobre corazón mío, no hay culpables a quien gritar y hacer reclamos.
No somos dueño de nuestro corazón, no podemos arrebatarlo ni entregarlo a nadie
Y ésa es la mas tristes de las desgracias y la más grande de las miserias.