Entre dos mundos.

4. Preparación

Finalmente, llegó a casa, saludo a mi hermano y a mi madre, les cuento el horroroso día que tuve y seguidamente subo a mi cuarto. 

Cuando entro a mi cuarto lo primero que hago es quitarme la ropa hasta quedarme en ropa interior, hace mucho calor. Mientras enciendo el aire acondicionado llamo a mi prima para comentarle lo de la fiesta. No sé en qué momento dije eso. 

Al primer tono no responde, el segundo tampoco, me empiezo a desesperar...

— Holaaaaa Lawan - dice emocionada - Qué tal? ¿Cómo estás? - pregunta. 

— Saraaa, me tienes que echar una mano por favor - mi prima es como mi hermana, tenemos mucha confianza entre nosotras dos. 

— Sara al rescate, cuéntame - dice interesada.

— Me impulsé a un idiota, a decirle que vamos a ir a la fiesta de su mejor amigo, porque me dijo que era menor y no podía y quería demos...

— Tranquila en 10 minutos estoy en tu casa - dice alegre como si nada, cortando la llamada. 

Me quedo encima de la cama con la ropa interior. No me voy a cambiar, ya que mi prima lo ve normal no como otras que con un top corto te ven raro. Unos minutos más y escucho desde arriba como el timbre de casa pica.

Unos segundos más y mi prima está en mi habitación. 

— Quita ese culo de allí, que nos espera una fiesta - dice sonriendo. Sara siempre es así muy alegre. 

— Sara no sé si ir, estoy dudando, es que lo dije sin pensar y el idiota que se piensa que es un mujeriego se va a salir con la suya - digo dándome la vuelta en la cama y quedándome de espaldas contra la cama. 

— Por cierto ahora me has dado más ánimos para ir a esa fiesta quiero conocer a ese tal idiota que llamas... Lawan si no te mueves a la de 3....2....1.... - empieza a decir tan rápido que no me da tiempo a reaccionar.

Y unos segundos después Sara está encima de mí haciéndome cosquillas. 

— Sa... ra....... pa.....raaaaaaaa - digo mientras mi prima se mueve como una loca encima de mi haciéndome cosquillas. 

— Valeeeeeeeeeeeeeee....... — chillo ya no podía más, Sara al escucharlo para. Yo no paro de respirar hondo. 

— Una condición - digo ya tranquila - Tú te encargas de decírselo a mamá - digo, quitándome ese trabajo de encima. 

— Eso ya está hecho, cuando vine se lo dije y adivina que... — dice rebuscando en sus bolsillos de sus pantalones cortos, luego saca unos preservativos. — Me los ha dado mi preciosa tía.

Yo estoy quieta negando con la cabeza de un lado a otro, mi madre es muy estricta con el tema de protegerse y tal... Pero que llegue a darle condones a su hija y su sobrina para que follen me preocupa BASTANTE.

— ¿Oye, sabes cuando y donde es la fiesta? - dice tumbándome en la cama impaciente. 

— Ahora lo miro - digo levantándome de la cama y yendo a coger el móvil del bolso. 

Lo cojo rápido y vuelvo lanzándome a la cama con mi prima encima. Veo el chat del idiota que pone:

A las 8h en esta ubicación ;)

— En el mensaje pone que a las 8 hay que estar allí - digo sentándome en posición india encima de la cama. 

— ¡¡QUEDAN 2 HORAS!! - salta encima de la cama. — No nos dará tiempo a prepararnos. — dice nerviosa yendo a abrir mi armario

— Pero si queda muchooooooo Sara - digo jugando con mi pelo. 

— Si quieres que te vea preciosa ese idiota y se arrepienta de haberte invitado porque no te quita los ojos de encima, ya vas moviendo ese lindo cuerpo - dice rebuscando en mi armario. 

— ¿Por qué quiero que me vea preciosa? Si ya lo soy en sí, si no voy a esa maldita fiesta - digo con total tranquilidad y siendo una creída. 

— En eso tienes razón, pero me dijiste que sí, así que muévete ya de una vez - dice casi gritando con una sonrisa en la cara. 

Acto seguido me levanto de la cama, y voy hacia ella. 

— ¿Nos pondremos algo simple, verdad? Unos tejanos cortos y un top - digo mirando con el ceño fruncido al armario. 

— No, no, no. Iremos conjuntadas con unos vestidos pegados, que se nos vea nuestra linda figura - dice pegando un saltito de energía. 

Como no quería reprochar más acepte si más. 

Después de mucho tiempo, aquí estamos mi prima y yo yendo en un taxi a la maldita fiesta.

Yo me puse un vestido rojo que tiene la parte de la espalda descubierta y llega un poco más debajo de mi culo. Me puse este porque ni más ni menos me lo dijo mi preciosa prima, más bien me obligo porque según ella me hacía unas tetas grandes y un precioso culo. Y mi prima uno igual pero de color azul celeste. Las dos nos maquilamos simple, natural pero especial.  

Y allá vamos.