Capitulo 2: ¿Cómo inicio todo esto?

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Amor, una palabra tan hermosa como confusa para cualquier ser viviente que exista en el planeta tierra, sobretodo si eres un pre- adolescente que se le dificulta hablar con los demás, ese es el casó de Lupa Loud, una joven que desde su nacimiento a tenido un difícil caso de salud por culpa de la relación incestuosa de sus padres, perjudicandola para toda su vida.

Pero como era de esperarse, Lupa no fue la única que salió con ciertos problemas tanto físicos como de salud a causa del incesto, su hermano Lemy es un chico autista y con déficit de atención que lo único que le interesa es la música que hace a través de sus instrumentos, Liena la hija de Leni Loud nació con sus cuerdas vocales defectuosas quitándole la capacidad de hablar correctamente combinado con una rara condición que cada vez que come algo hasta lo más mínimo produce tres veces más de la cantidad de grasa  necesaria, Lacy loud tiene un pequeño caso de asma que por suerte no es tan grave permitiéndole hacer ejercicios con normalidad con tal que no se excedas en las horas programadas, Loan es otro caso, pero con la diferencia que ella jala más a lo psicológico y que se niega a recibir ayuda de un psicólogo.

Lupa odiaba que la tratarán como una muñeca de porcelana por culpa de su condición, pero tristemente no tenía de otra y sus decisiones no lo mejoran en nada, muchos de seguro verán a Lupa como una idiota por fumar y tomar siendo una menor de edad tan delicada que no tuvo la oportunidad de decidir quiénes serían sus padres lo único que le queda es disfrutar su vida al máximo aunque eso signifique acortar su inútil vida o eso pensaría si no fuera por una persona que estuvo con ella todo el tiempo dándole sus medicamentos, escuchándola y prestándole atención, su padre Lincold.

Fue gracias a esos pequeños detalles que Lupa empezó a enamorarse del hombre prohibido para ella, está consciente que su corazón le jugó una mala jugada que terminaría en una catástrofe personal dando un revoltijo de sentimientos negativos que explotaría en noches largas de llantos amargos y gargantas adoloridas por las ganas de gritar y pedirle al cielo o a cualquier demonio que le quite su corazón alejándola del pecado que poco a poco la jalaba a la oscuridad de un error irreversible. Eso era de las pocas cosas que tenía Lupa en común con Lemy, en negarse en seguir los mismos pasos que sus padres, el rockero de la familia poseía una amistad estrecha con la gótica tanto así que le reveló uno de sus más grandes secretos y era que cuando tenía 10 años, su tía Lucy tuvo sexo con el en un halloween cuando ellos salían disfrazados de vampiros, aún recordaba como su tía le explicaba como debía moverse entre los ataúd, Lemy solo era un niño pequeño que deseaba tener una grandiosa noche buscando caramelos sobretodo los chocolates lleno de malvavisco y caramelo.

Lupa se sentía mal por lo que le pasó a Lemy y culpable, si tan solo ella hubiera ido con el tal vez eso se hubiera evitado.

Ahora, la chica de cabellos blancos no sabía que en la habitación de arriba su padre abrazaba cariñosamente a una de sus medias hermanas que decidida a conquistar el corazón de su propio padre ideaba un plan para llegar a sus objetivos deseados.

En la tarde en el colegio:

Leía se encontraba en el patio del recreo junto a sus amigas acomodando el puesto para vender galletas, no se meterian en problemas por el permiso que le dió la directora para vender productos únicamente de las niñas exploradora, pero lo que no sabía la directora es que aquel grupito planeaba vender más que solo galletas, en uno de los bolsos de las chicas habían ropa interior usada de las jóvenes de secundarias, saber cómo lo consiguen es un misterio que los propios consumidores tratan de descifrar. La venta era sencilla, poner en los empaques de galletas una bolsita con su respectiva pantaleta y entregárselo a los muchachitos pubertos que urgentemente querían saciar sus ansias con aquellas bragas.

Los chicos ya se formaron en la fila y las chicas asegurándose que nadie las viera colocaban las bolsitas, no hiba ser una sorpresa para nadie ya que Leía mando un mensaje en grupo privado que tiene que haría ese tipo de cosas, los chicos uno por uno se iban a lugares privados a comer sus galletas y de gozar de su regalo sin que nadie los moleste. La rubia quedó encantada por la fortuna que ganó, pero sus pensamientos volaban de un lado a otro pensando en su padre y como podría conquistarlo, su corazón palpitaba a mil por hora, Leía jamás coqueteo con alguien, no sabía el procedimiento o como actuar ante dicha situación que la tenía palida por las posibilidades infinitas que daba su cabeza, aún así, ella no paraba de preguntarse ¿Cómo llego a interesarse en Lincold Loud? Leía fue a los vestidores de niñas a buscar su teléfono que se le había olvidado por hacer tanto ejercicio en la clase de gimnasia.

El amor de Leía Loud ( The Loud House, Sins Kid)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora