Mirandy

Solo mio

—Mio...

Era la tercera vez que escuchaba esa tonta palabra salir de los labios de Andrea , al principio no le tomo importancia su amante era de mucho hablar cuando estaban a solas , sea conversando de sus trabajos o cuando se ponían al día con las gemelas e incluso en la cama como ahora

De cierta manera era agradable , esa tonta palabra significaba posesión para ambas y ciertamente los besos en el cuello de Miranda intensificanvan el sentimiento

El como terminaron en esa posición no importaba ahora , no para la mente de Miranda quien ya había olvidado comomsi quiera habían subido las escaleras sin dejar toda prenda en el suelo , felizmente y también como precaución solo lo hicieron cuando llegaron a la habitación que tiempo atrás había sido testigo de las muchas veces que se amaron hasta que el sueño les ganó a ambas , despertar en los brazos de tu amante es un sentimiento único que Miranda amaba cada vez así que le daba cierta libertad a Andrea de hacer lo que deseara

Y vaya que la deseaba , no solo la mano  juguetona que habían desecho su vestido , la parte superior por lo menos ya no existía más allá de su propio sostén o tal vez la otra que la sujetaba subiendo de la abertura del poco vestido que le quedaba por sus piernas hasta sujetar su muslo para ahora posicionarse firmemente en su trasero quien era muy vulgarmente manoseado

En otras circunstancias seguramente Andrea hubiese recibido un regaño por comportarse de manera muy pervertida aún para sus ya muchas experiencias en la cama juntas

Pero las horas de infierno en esa fiesta de beneficiencia colmaron la paciencia a ambas , Miranda por tener que soportar a cuánto idiota adulador que le pedía no muy sutilmente que donará más dinero a su causa o el estrés que tuvo que soportar Andrea al escuchar cuántas historias exageradas de los ricachones de la ciudad para darles cobertura en el pequeño espacio del periódico que representaba Andrea quien se había vuelto muy popular por tan osadas declaraciones teniendo amigos y enemigos por igual que la propia Miranda

—¡Andrea!

Aunque no siempre acaban bien ambas , era al igual que las veces que había repetido esa palabra , ya la tercera vez que Andrea intentaba algo como aquello

Miranda separado los labios, en realidad toda la cabeza de Andrea de un solo tirón , para mirar furiosa y ocultando su gracia de ver a una Andrea confundida e ida en la mirada quien le tomo unos segundos todavía volver a la tierra

—Andrea...que dijimos sobre dejar marcas

El puchero en el rostro de Andrea no funcionaria , no otra vez , en esta ocasión, Miranda había sido muy clara la vez que conversaron luego de ya varios encuentros juntas

Andrea tenía toda la libertad que deseara con Miranda en aquellas cuantro paredes , no importara que petición fuese Miranda complacería cada deseo egoísta de su amante en recompensa por su arduo trabajo y sobre todo la paciencia que tenía para aún ocultar su relación al mundo

—Solo un poco , un poco y nada más ...

Mentira. Miranda no por nada tenía más astucia que el diablo mismo como para reconocer cuando la intentaban engañar, haber trabajado un tiempo con Andrea también ayudaba aunque tampoco es que Andrea fuese la mejor mentirosa del mundo , no cuando decía esa palabras mientras mantenía su rostro medio hundido en los pechos de Miranda

—Ya sabes que no es no , el escandalo que se armó luego ese pequeño rumor de la marca que dejaste la ultima vez y se me escapó cubrir bien no fue bueno para ninguna , ¿Recuerdas cuánto tiempo nos tomo para volver a tener tiempo a solas?

El quejido de Andrea fue la respuesta a Miranda y sus muy injustos argumentos lógicos que destrozaban a una Andrea infantil

En realidad no es que le desagradara lo que intentaba Andrea , a veces y solo a veces cuando se cambiaba y miraba al espejo aquellas marcas le traía cierta felicidad a su amargada vida como líder e icono de la moda , le hacía recordar que no importara su día o vida misma , al final podía ir a casa a un lugar donde había una persona que la amara y deseara sin importar como era Miranda en su personalidad