Llevo mucho tiempo pensando quién soy, llevo mucho tiempo pensando que haré y que será de mi, que haré con mi vida y que puedo dar con todo lo que tengo. Llevo mucho tiempo pensando que algún día podré vivir bien, y no hablo de dinero físico o cosas materiales, hablo de algo más profundo algo más liberador, hablo de cómo me gustaría vivir sin sentir que en cualquier momento perderé, aún que ya perdí.
Cuando era pequeña siempre quise crecer, una de las cosas que más deseaba era ser adulta y tener esa madurez de la que tanto oía hablar, que estupidez, quería ser adulta para ya no estar sola, quería ser mayor para ya no ser yo la que abandonan, y que equivocada estaba, pues al final crecí y aún así me abandonaron; con la diferencia de que esta vez a nadie le importa si me quedo sola.
Fui creciendo, y me fui dando cuenta de lo cruel que era, viendo como cada día que pasaba me pedían y me obligaban a seguir, suplicaba por favor que no lo hicieran, que no me lo pidieran más, mi mente había colapsado, pero a nadie le importaba, pues lo único que querían era que siguiera adelante y no verme morir, y todo solo para aumentar sus egos diciendo que me salvaban cuando solo me crucificaban una y otra vez. Me moría desangrada, gritaba desgarradoramente pidiendo que todo acabara, suplicando perdón de tanto dolor interno que tenía, mientras que por fuera yacía en mi rostro una sonrisa y una compasión muy grande hacia el resto.
Que confuso todo, pensando en cómo irme mientras todos pensaban en cómo retenerme, yo pedia ayuda y no era para darme ánimos ni siquiera quería escuchar absurdas charlas ni abrazos falsos, solo quería que dejaran descansar mi cuerpo mientras aún no se consumiera.
Perdón, yo sé que debería suplicar de rodillas pidiendo misericordia por mis pensamientos tan malévolos, pero no me arrepiento, pues mi locura lloraba más fuerte que mis súplicas.
Qué pena de vida, que pena de cuerpo malgastado, que pena de niña triste que deambula por las calles sin rumbo, sin consuelo, sin pensamientos propios y sin lágrimas que derramar, que pena de sentimientos impuros manchados de malos actos y malos pensamientos, que pena de pensamientos vírgenes que nunca nadie real escucho. Que pena de noche desperdiciada, de tan luna bella y cielo despejado lleno de oscuridad móvil abarcando la tristeza ahí donde fuera.
Y así sin más, después de horas de consumición propia, levanto la cabeza secó sus lágrima apartó los enredados pensamientos, e hizo que todo se volatilizara, caminó sin pausa, y volvió a sonreír, una vez más volvió a apagar su verdadero yo, volvió a apagar sus sentimientos, apagó su vida interna, que tristeza, pues pobre niña otra vez no consiguió lo que tanto pedía.
De un ángel que te quiere y te cuida.
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Why?
Random¿Que cómo comenzó todo? Pues simplemente porque un día estuve dispuesta a darme cuenta de la realidad, y gracias a él me di cuenta...pero no es la persona que creen, no es una historia de amor ni siquiera se si es una historia, él, mi pesadilla, mi...