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❝𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 11: 𝙀𝙭𝙥𝙚𝙘𝙩𝙖𝙩𝙞𝙫𝙖𝙨 ❞
ఌ︎➷ 𝗔𝗴𝗼𝘀𝘁𝗶𝗻𝗮
Jue 26 oct, 2023 Barcelona, España
—Nada, João —respondí al final, intentando sonar convincente—. Somos amigos, ya lo sabes. No entiendo por qué lo preguntas.
João me miró fijamente, como si intentara leer más allá de mis palabras, y noté cómo fruncía ligeramente el ceño.
—Me cuesta creer eso —dijo, con una voz más baja—. Te he visto con él, y no parece que solo seáis amigos. Hay algo... diferente.
Suspiré, sintiendo una presión creciente en el pecho. Sabía que João no se rendiría fácilmente, pero también sabía que no quería hablar de Fermín con él. No todavía.
—João, no sé qué esperas que te diga —contesté finalmente, intentando mantener la calma—. Nos llevamos bien, trabajamos juntos, y ya está. Lo que haya o no, no tiene por qué afectarte.
—¿Cómo que no tiene por qué afectarme? —respondió con algo de frustración en la voz—. Fuiste mi novia, Agostina. Hemos pasado muchas cosas juntos, no puedo simplemente ignorar lo que veo. Es obvio que me afecta.
—No es lo mismo —repliqué, intentando no sonar a la defensiva—. Hace tiempo que lo nuestro terminó, y tú también has seguido adelante. No te debo explicaciones.
—¿Y eso es lo que realmente crees? —me preguntó, mirándome con una mezcla de dolor y celos en los ojos—. Que no me debes nada, que lo nuestro ya no cuenta para ti.
Me quedé en silencio por un momento, porque la verdad era más complicada de lo que quería admitir. Claro que lo nuestro había contado, y mucho. João había sido una parte importante de mi vida, y aún me afectaba tenerlo cerca, aunque intentara no mostrarlo.
—No es que no cuente —admití en voz baja—. Pero ya no somos los mismos. Tú lo sabes tan bien como yo. Ahora trabajamos juntos, y eso es lo que importa. Lo demás... no quiero complicar las cosas más de lo que ya están. No te preocupes por si estoy o no con Fermín.
João se quedó en silencio por unos segundos, pero su mirada ya no era la misma. Estaba claro que no le convencía mi respuesta. Se levantó del sofá y me miró seriamente.
—Sí, claro, no tengo que preocuparme —respondió sarcásticamente—. Pero es obvio que hay algo entre ustedes dos, y lo niegas. Me tratas como si fuera un idiota.
