III

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12 de julio de 1932
Lucifer

Tome a aquel ser entre brazos, era demaciado alto y pesado, así que deje caer el arma y el móvil, coloque mi brazo en su hombro y pase su brazo por el mio, obligándolo a levantarse también y caminar, el como acto de dolor se tomo el sitio de la herida, el camino de aquel lugar en mi pateó tracero a mi hogar fue muy largo, más del que recordaba, al llegar lo recosté en el sofá, Charlie miraba asombrada a la criatura desde la esquina del lobby

-hija, ve por el botiquín-

Si protestar se dirijido corriendo hacia el baño, donde teníamos el botiquín de primeros auxilios, me lo extendió y comense con lo que sería lo más dificil hasta ahora, el curar un ser que no era humano.
El ser me miraba, aunque sabía que seguramente no lo hacía ya que el dolor qué mostraba era mucho, saque algunas cosas de el botiquin, y luego abrí la camisa de aquel ser, fue de mi sorpresa como la mano de eso me tomó la muñeca, sin mucha fuerza, me exalte y le mire el rostro, tenía en ceño fruncido y exprecion de dolor.

-quiero curarte... No te haré daño-

Al parecer desconfiado aun, que irónico, me dejo curarle, poco a poco cure aquella herida que por suerte no era tan profunda en su pecho, y luego pase a la flecha, con cuidado la saque y con precaución de que no quedarán astillas limpie, desinfecte, cure, su tire y vende cada herida en el, acto seguido guarde todo y mire a la criatura, estaba sudando, tenía dolor aún y se miraba cansado, fue raro quedármelo viendo a cada facción de su rostro, a cada cosa magica en el, y más raro cuando me percate qué llevaba más de 5 minutos observándolo, el ya se había dormido, en su dolor logró hallar la suficiente paz y tranquilidad para dormir, me levante y camine hacia Charlie, qué miraba la criatura asombrada.

-qué es? -
-no se-
-es peligroso? -
-no se-
-tiene nombre? -
-supongo? -
-se ve de tu edad-
-disculpa?!? -
-es un venado? -
-más bien un ciervo-
-es de aquí? -
-lo dudo-
-vivirá aqui-
-ehhh

Me quede en blanco, lo fácil había sido curarlo, ahora tenia el problema de que hiba a hacer con el? Lo dejaría vivir aquí siendo que no sabía si era peligroso, si podría lastimar a Charlie o si podría tener magia o algo raro que nos dañara, mis pensamientos nublaron mi mente como si fuese humo, absorto en el miedo de todo lo malo que podría pasar, fue Charlie quien una vez más callo mis demonios internos.

-hace sonidos de ciervo cuando duerme-

Era cierto, sus ronquidos sonaban a un ciervo bufando, daba sierta, curiosidad, ternura, poco a poco me calme, y me di a la tarea de tranquilizarme, luego pensaría qué hacer con el, mañana empezaban las vacaciones de Charlie, y yo tendría una semana libre de trabajo, así que podría ver que hacer con el nuevo inquilino, por ahora era mejor dormir.

Lleve a Charlie a dormir es noche a mi cuarto, aun sentía pánico, un ser extraño dormía en mi sala, en mi sofá, más peligroso no podía ser, había cerrado la puerta con llave, y para rematar había tomado la desiciones de no pegar un ojo esa noche, fue mala idea ya que mis pensamientos fueron los que me acompañaron, dudas hacerca del ser, de su mundo, yo era alguien curioso, soñador, y ver a esa criatura en mi casa me provocaba algo, no sabía que era, pero lo sentía.

Pronto aquellos pensamientos emocionantes y agradables se desbanecieron, dando cabida a los dolorosos, "volvíamos a ser 3 en esa casa", ese fue el pensamiento desencadenante, el recuerdo de las peleas, de los golpes en mi piel, de los rasguños, de los insultos, del vacío en aquella cama qué solíamos compartir, el la soledad que me dejo, en el arrepentimiento, sin darme cuenta una lagrima callo por mi mejilla, no sería la primera vez que lloraría en silencio, sin embargo esta vez Charlie si podía escucharme, de o ser fuerte, me limpie las lágrimas y decidí distraerme mirando la ventana la cual cubrían cortinas de ceda beige, no se cuando, ni a que hora, pero sin quererlo me dormí, en un sueño profundo, seguramente doloroso, ya que al despertar mi pecho dolía, mi cara estaba llena de lágrimas y sentía que algo faltaba, lo último demaciado literal, ya que Charlie no estaba a mi lado.

Presa del pánico me levante, la puerta estaba abierta, ningún sonido, un olor dulce invadió mi nariz, el mismo de la noche anterior, luego un olor diferente, carne, confundido y aun alterado me levante, me coloque mi bata y pantuflas y salí en busca de mi hija, mi sorpresa fue que estaba a salvo, y estaba con... Eso, ella me sonrio y se acercó feliz y saltando.

-alastor alastor alastor!!! -

-que? -

-alastor papa!

-....

Al notar la confucion en mi rostro soltaría un suspiro exasperada, perdón Charlie, mi mente no maquina tan rápido como la tuya, y menos una mañana después de acabar de levantarme y haber dormido solo 3 horas. Ella para mi sorpresa se acercó a él ser, le tomo la mano ayudándole a levantarse y con. Cuidado lo atrajo hacia mi, parado era mucho más alto que yo, fácilmente 4 cabezas más, yo le llegaba al pecho, el me miro desde arriba, estiró su mano tomando la mía y ejo un beso en ella, automáticamente me sonroje, no puedes culparme, era un jodido ser mitológico, sumamente atractivo, alto y me acababa de besar la mano, osea, caballeroso.

-mi nombre es alastor, un placer-

-y.. So.. Eh..

-se llama lucifer! Lucifer morningstar-

Mi hija intervino ante mi seguramente humillante y traumante (para mi) graciosa (para ti) presentación, tu solo reíste bajo ante mis balbuseos, creo que fue en ese momento donde te diste cuenta del poder que tenías sobre mi. Charlotte me presento.

-un placer, lucifer morningstar, agradezco tu hospitalidad y el echo que me curaras, tu hija es un completo sol-

Tu voz, profunda, gruesa, sexy, Dios, no sabía que pensar, decir o hacer, quería simplemente que siguieras hablando.

-papá, creo que ahora si necesitas hablar-

-si! SI Claro, ehhh, no ahí de que, perdona mi incompetencia solo que no estiy acostumbrado a hablar con alguien como tu.

Al decir "alguien como tu" fue con doble sentido, refiriéndome a tu atractivo y a tu especie, solo que creo que únicamente entendiste la segunda, y lo agradezco.

-no se preocupe, es normal, en mi mundo existen humanos, pero en el suyo no.

Venía de otro mundo, ahora que lo digo que estúpido fui al pensar que no, era más que obvio.

-quería permitirme el atrevimiento de pedirle quedarme aquí un tiempo más, no se nada de su mundo y por sus reacciones dudo que si me ven me re iban de brazos abiertos, mientras resuelvo el como volver al mio, serviré de ayuda en lo que pueda.

Estaba herido, era de otro mundo, otra especie, en ese momento mi mente maquino en mil posibilidades, la mayoría ponían en peligro a Charlie, tenía miedo de que te quedaras y ella saliera herida, pero por alguna razón quería que no te fueras, era difícil decidir, pero al final, eleji a mi hija ante todo.

one night in 1932 (#appleradio O Radioapple) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora