Viaje a hogsmeade.
El fin de semana paso demasiado rápido para Harry.
Las cosas sucedieron tal y como habían transcurrido en el pasado, con la presencia de los dementores a medio partido, y la lluvia torrencial. Ya acostumbrado a que esas cosas ocurrieran, Harry simplemente aceptó rápidamente los hechos, pero aún así se sintió mal por sacrificar una vez más a su nimbus. Era un hecho para él tener que aceptar que debía despedirse de ciertas cosas cuando llegara el momento, con la nimbus paso igual.
Aveces cuando miraba a Hedwig, solía recordar aquel momento cuando huía de los mortifagos y como ella se había sacrificado para salvarlo. Veía a Fred y George, y sentía que no podía míralos a los ojos sabiendo como George se había torturado por años ante la muerte de su gemelo y como se había aislado y apagado los posteriores años a la guerra.Veía a Remus y recordaba a Teddy, llorando porque no encontraba a sus padres. Miraba a McGonagall y recordaba la tristeza profunda que tenía cada vez que la vió charlando con los retratos de Dumbledore y Snape. Evitaba mirar a Pansy a los ojos mientras recordaba como la chica había perdido todo en aquella enfermería, mientras su mejor amigo dejaba de respirar mientras ella aún tomaba su mano.
Aveces, se sentía demasiado cobarde por no poder ver a esas personas a los ojos sabiendo su futuro, pero era inevitable. Aquellos recuerdos solían invadir sus pensamientos y sus propios recuerdos en los momentos más inoportunos, y más porque se sentía culpable ya que las personas que murieron en batalla, se fueron dejando atrás sus asuntos pendientes y sus familias.
La clase de defensa había terminado antes de que se diera cuenta, y Harry le pareció gracioso que Hermione lo siguiera molestando durante toda la clase por querer saber como había conseguido toda la información sobre los hombres lobos y la licántropia que había entregado en su trabajo, y aunque podía haberle dicho muchas excusas, decidió simplemente decirle que Draco le ayudo con las respuestas.
Sabía que Hermione se sentía incómoda con Draco, pero no como una incomodidad desagradable, más bien es sólo que ella admiraba y a la vez tenía envidia de Draco y su vasto conocimiento. Y odiaba que le haya salvado la vida dos veces y que Draco lo tratará como si solo hubiese evitado que se cayera al suelo, y aunque quería agradecerle y ser cercana a Draco, el slytherin no buscaba acercarse a ellos, y se notaba su obvia incomodidad con ellos.
Draco, según lo había visto Harry, desde que regresó en el tiempo había guardado su distancia, más que nada de sus amigos, y no lo culpaba, ¿Por qué lo haría? Al menos ya no era hostil hacia ellos como lo había sido en el pasado, pero la clara muestra de incomodidad cuando estaban juntos era muy evidente. Sólo tenía un trato amigable con él, Ronald y por los que había notado, también con Neville.
Mientras Harry seguía evitando responder las preguntas de Hermione y guardaba sus cosas, la voz de Remus interrumpió su conversación, deteniendo sus pasos antes de salir del salón.
—Harry, me gustaría hablar contigo un momento, si me lo permites.
—por supuesto, profesor.
Harry retrocedió a sus pasos viendo cómo Hermione y los demás salían del salón, Remus estaba metiendo su libros en su maletín, por lo que Harry lo espero pacientemente a un costado del escritorio.
—me han contado lo de tu escoba y lo lamento, ¿Podrá repararse?
—no lo creo, el árbol lo hizo pedazos.
—Plantaron el sauce boxeador el mismo año que llegué a Hogwarts. La gente jugaba a un juego que consistía en aproximarse lo suficiente para tocar el tronco. Un chico llamado Davey Gudgeon casi perdió un ojo y se nos prohibió acercarnos. Es un árbol que desteta que lo molesten, pero es la primera vez que una escoba lo golpea.
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Vendas.
FanfictionSu tercer año comienza con una gran amistad, aunque Draco guarda su distancia con el resto para no cambiar el rumbo de la línea de tiempo. Los celos pueden influir con los sentimientos, sin embargo hay que saber callarse. Tercera parte de la saga "...