Chapter 00

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En una noche fresca de invierno, una mujer de cabello negro había salido a dar un paseo con sus dos hijos a un parque medio abandonado de la ciudad de Brawlcity

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En una noche fresca de invierno, una mujer de cabello negro había salido a dar un paseo con sus dos hijos a un parque medio abandonado de la ciudad de Brawlcity.

El mayor de los hijos se llamaba Edgar, tenía el cabello negro como su madre y el mismo color de ojos de esta misma, negros con un brillo escarlata y la menor se llamaba Colette, la pequeña tenía el cabello blanco y ojos negros como su padre Byron.

Todo iba de maravilla pero en un punto de su paseo los 3 llegaron a un banco viejo con la pintura desgastada. Cuando la mujer vió que no había nadie cerca le dió la orden a su hijo mayor de sentarse junto con su hermanita en la banca y que no se muevan de ahí. Aunque al ver como esta se iba lejos de ellos no le harían caso alguno.

—¡Mami! —Gritó el pequeño Edgar de tan solo 5 años al ver a su madre alejarse de él y de su hermanita Colette — ¡¿A dónde vas?!—Preguntó llorando mientras perseguía a su madre junto con su hermana-.

—¡Mawiii, papa dijo que estemos en casa plonto pagla comel, tengo hambee! —La pobre niña de solo 3 añitos quería ir a su casa para estar con su padre para poder cenar juntos e irse a dormir junto con su hermanito—.

—¡Tenemos que volver juntos mami, no nos dejes porfavor!

La mujer cansada de escuchar los molestos gritos y llantos de sus hijos (que sonaban más a chillidos de unas ratitas para ella) detuvo su andar para luego girarse y decirle a sus hijos, más en específico a Edgar:

—Mami esta cansada Edgar, cansada de tus estúpidas pesadillas, cansada del idiota de tu padre que no puede cuidarse ni el mismo y de tu molesta hermana que ni sabe hablar bien. Mami se irá lejos de todos ustedes, mami será feliz por primera vez en toda su miserable vida..—Habló enojada.

Estaba furiosa y frustrada con su maldita existencia. No entendía el por qué Dios maldijo su vida entera, se sentía tan infeliz.

Tenía un esposo que a duras penas podía mantenerlos.

Tenía 2 niños molestos que necesitaban de su atención 24/7.

No podía conseguir trabajo ya que alguien tenía que cuidar a sus hijos y el incompetente de su marido era el único que trabajaba para ganar 2 miseras monedas.

No tenía ningun lujo y no podía darse un capricho por culpa de sus dos maldiciones.

Lo peor de todo es que jamás deseo tener hijos, ni uno solo, pero al parecer la vida la odiaba y le dió dos mocosos para joderle la existencia.

La mujer tomó con fuerza a los niños y los volvió a sentar en la sucia y vieja banca para luego tomar un alambre tirado por ahí (ya que estaban en un parque abandonado) y sujetar a sus hijos con el para que no se puedan mover de ese lugar. Colette lloraba deseperada por estar atada mientras que Edgar trataba de no llorar para intentar convencer a su madre de quedarse y volver a casa.

El Internado (Fangar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora