Las mañanas en la ciudad son de hecho bonitas. A medida que el sol se alzaba en el horizonte, su luz bañaba las calles que poco a poco se llenaban de gente, transformando el yermo urbano en un escenario de melancolía y gracia. Las sombras de la noche cedían ante la suave calidez matutina, revelando una ciudad que una vez estuvo llena de esperanza y vitalidad. A pesar de su decadencia, aquellas mañanas infundían un encanto nostálgico que resistía al paso del tiempo, como un recuerdo preciado de la grandeza pasada.
Pero para el joven Daiki no era tan solo una mañana linda , sino que era una de gran importancia, apenas unos días antes había cumplido la mayoría de edad , y los 16 años marcaban el comienzo de una etapa que esperaba con ansias , ya que era el día del alistamiento militar para la otorgacion oficial de la distinción como defensor de distrito
- Vamos vamos vamos! -bajó el joven las escaleras de aquel edificio como perro hambriento
- ¿¡LLEVAS EL ABRIGO!?
- ¡QUE SI SEÑORA MONTÉS!
La señora Montés era la tutora legal de Daiki , el único familiar que tenía , pero su lejanía era tanta que el blanco y el negro se parecían más que sus sangres , era una señora muy anciana que había adoptado al joven con 12 años de edad , siendo la última petición de su marido quien conocía a familares cercanos de Daiki y quería darle un hogar antes de que el orfanato le echase a la calle , nadie podía culparlos , adoptar super humanos no era para nada común en estos últimos años
El joven caminaba por cortesía con las personas de la calle , su instinto era sin duda correr , quería llegar rápido , lo más rápido posible. Su desesperación le llevo a lo inevitable , chocó hombros con un chico un poco más alto que él , pero se notaba que era de su edad , tenía cara juvial aunque su expresión de molestia no lo dejaba ver mucho
- Pero eres ciego o que , estúpido, mira por dónde vas incompetente
El chico tenía el pelo castaño y traía mochila grande , al igual que Daiki. Tras un cruce de miradas un poco más intenso los dos entendieron en ese mismo minuto que se dirigían al mismo lugar
- ¡Lo siento! compañero -dijo Daiki mientras mostraba una sonrisa , pero cerraba el puñopor detrás de su cuerpo-
- Si si - balbuseo algo en voz baja y siguió caminando
El joven Daiki tenía problemas de ira , no aguantaba insultos facilmente, pero no quería pegarse con un futuro compañero , si venía caminando por esa misma zona seguramente serían incluso del mismo distrito. Daiki espero un poco a que el chico se alejase para emprender de nuevo la caminata , no quedaba mucho hasta la Estación de Distrito.
A medida que avanzaba la hora, las calles comenzaban a llenarse gradualmente de figuras que cobraban vida en el paisaje. Los pocos peatones iniciales caminaban de un lado a otro de la acera con cargamentos de todo tipo, y poco a poco, el retrato matinal de la ciudad se iba completando a medida que más personas se sumaban al flujo constante , además de algún que otro carro que destacaban por una combinación única de elementos clásicos y tecnológicos, con hologramas parpadeantes proyectando anuncios en sus laterales, y una paleta de colores vibrantes que contrastaba con la gris monotonía de la ciudad.
Tras un par de bloques más la caminata llegó a su fin y en frente del joven se encontraba un edificio que no tenía nada de especial con respecto al resto, a no ser por el hecho de que era un poco más alto, pero los colores grises y los fallos de presupuesto de restauración en forma de finas capa de pintura sucia eran igual de comunes que todos los demás edificios estatales
Daiki entro subiendo unas pequeñas escaleras de entrada con velocidad y tras pasar una pequeña zona con techo , el sol , que comenzaba a ser menos gentil , le impactó el rostro , pero no fue lo único que impactó al joven.
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La Tierra Del Miedo
قصص عامةEn un mundo donde los adolescentes son reclutados para ser Defensores de Distrito, asignados a sectores específicos bajo un sistema que recuerda a una sociedad comunista, yace un encubrimiento de secretos que se remontan a la génesis del universo mi...