୨ ♡ ୧ - Seungmin y Bangchan habían sido una linda pareja en sus primeros años.
Después de la ruptura, Bangchan y Seungmin nunca se habían cruzado, hasta esas importantes fechas de navidad.
Ambos topan en el aeropuerto de Incheon, sintiendo que...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Las bajas temperaturas en el exterior eran temibles, los copos de nieve iban formando gruesos mantos blancos por doquier y la pequeña Yeji lloraba en una esquinita del gran colchón en la oscuridad de la habitación y llamando entre suaves jadeos a Yuna. Estaba asustada porque no recordaba dónde estaba y porqué si se durmió en un sillón ahora estaba en una cama junto a Yuna.
Le daba miedo la oscuridad y ahora sus luceritos viajaban de un lado a otro aterrados, sus manitas sudadas e inquietas por los temblores sostenían el edredón blanco acolchonado, aún si su papá le había dicho que los monstruos no existen, no hallaba otra explicación a las formas que su mente le mandaba al ver objetos.
Espasmos sacudían su cuerpecito y sus mejillas estaban empapadas de lágrimas, hipando se hizo pequeñita en su sitio, Yuna a un lado era un tronco inmóvil y tranquila.
En el silencio sepulcral acompañado de los suaves sollozos de la cachorra fue añadido el chirrido de la puerta principal, corrompiendo la poca racionalidad del mismo que lloriqueaba antes, sus orbes quisieron salir de sus cavidades y estuvo a nada de romper su garganta con un grito para alertar a su papá o a cualquier persona de la casa.
Ese primer instinto fue suavizado de la nada, rico y empalagoso aroma le envolvió en una fina capa, la cachorra sorbió su nariz varias veces para poder captarlo mejor, sus miedos se fueron apaciguándose poco a poco y cuando pensó que se trataba de Jisung, una tenue luz se encendió.
Seungmin sostenía la lámpara nocturna que Yuna utilizaba por las noches, sus ojos buscando a la cachorra asustada que estaba a nada de matar a su Omega de angustia, pero al localizarla no supo si quién estaba más asustado. Yeji no quiso moverse, esperó a que el castaño diera el primer paso solo para confirmar si podía ir con él.
—Yeji... -Susurró con pesadez, la azabache mordió su labio inferior ciñéndose al espaldar de la cama un poco y viendo al mayor avanzar lentamente- ¿Has tenido una pesadilla? -Conocía esas actitudes como la palma de su mano y reconocía que estaba nervioso por no saber llevar la situación.
Dejó en una mesita la fuente de luz y tomó aire antes de acudir a la niña, alisando la parte inferior de su pijama pensó en cómo empezar a calmarle sin ser muy brusco al hablar.
—¿Era muy feo lo que soñaste? -Preguntó antes de estar muy cerca, viéndole negar sacudiendo sus suaves cabellos, esos oscuros luceros le veían con atención- ¿No ha sido una pesadilla? -Una vez más negó- ¿Por qué lloras, pequeña?
Titubeante y desconfiado habló.
—Me da miedo lo oscullo... -Respondió lento, tragando duro bajó su mirada a las sábanas, el colchón de su parte se hundió un poco cuando el Omega se sentó.
—He traído una lámpara, Yuna duerme con ella, ¿crees que puedes dormir ahora? -Como si no supiera otra respuesta, un suave "no" abandonó sus rechonchitos belfos- ¿Quieres dormir con tu papá? -Propuso una vez más buscando más alternativas para la menor, una de sus manos se dirigió a la lechosa piel de la cachorra, a penas rozando su tersa piel en una caricia que le nacía del alma.
—Papá se enfadalá si le dices... -Seungmin negó con una sonrisa emocionada en sus labios por estar cerca de la azabache, sentía el chispeante sentimiento de amor en su corazoncito, esa cachorra lo vio con algo de terror pero a la vez con tanta inocencia, y al mismo le traspasó la tranquilidad que buscaba, le trajo el anhelo de estar a su lado para averiguar el porqué aquel aroma le gustaba y le traía vagos recuerdos rotos- Quielo dolmil contigo, pol favol...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
