Capítulo 11

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"Hemos limpiado la zona circundante. ¿Detectas más presencias, Metsalise kütt?" preguntó Buldrokkas'tee a un Sarkaz vestido con una armadura similar a la de los Emperor Blades, aunque a una escala más pequeña y menos ostentosa.

El Sarkaz colocó una mano en el suelo y un miasma se expandió a su alrededor. "Estamos libres de peligro", dijo el Sarkaz levantándose. Buldrokkas'tee asintió y retiró su alabarda del cadáver de un colapso con forma esférica y varios ojos en su ser, de una medida que superaba por mucho a la de Buldrokkas'tee.

"Trae madera, pasaremos la noche. Es más peligroso regresar a estas horas", afirmó Buldrokkas'tee mientras se sentaba en una roca. "Como siempre, tengo que hacer el trabajo tedioso. ¿Acaso ya estás en la edad en la que te duelen los huesos a cada momento?" preguntó Metsalise kütt con sarcasmo y burla.

"Mocoso, aunque estos huesos no son los que eran cuando estaba en Babel, aún podría romperte fácilmente", confirmó Buldrokkas'tee mientras sacaba una petaca de su armadura, quitándose el respirador y comenzaba a beber de ella.

"Mocoso, ¿eh? Aunque tengo más de cuarenta y cinco años, perdí la cuenta después de eso", murmuró Metsalise kütt mientras caminaba en busca de ramas para la fogata. Aunque soportarían muy bien el frío de las tierras del norte de Ursus, el fuego tranquilizaba la mente de ambos, una calidez que se añoraba en esas tierras desprovistas de vida humana.

Buldrokkas'tee vio la figura del Sarkaz alejarse, una vez lo perdió de vista, sacó un arma cubierta completamente por una tela y la puso sobre sus piernas, esperando pacientemente por su pupilo.

Al cabo de un rato, Buldrokkas'tee vio nuevamente la figura de Metsalise kütt con varias ramas en sus brazos y con mucha nieve encima de él. Siempre había tormentas de nieve, y era fácil perderse por estos lares a menos que estuvieras acostumbrado a la zona del nevado norte.

"Con esto será suficiente", dijo el Sarkaz cuando llegó hasta Buldrokkas'tee y comenzó a formar la fogata. Pero no todo fue fácil, ya que la tormenta apagaba las brasas. "Estúpida tormenta, ¿una ayuda, maestro?" preguntó Metsalise kütt, y Buldrokkas'tee asintió. Le hizo un gesto de que le diera su mano, cosa que el Sarkaz obedeció, y Buldrokkas'tee le hizo un corte profundo que provocó la salida de abundante sangre.

Buldrokkas'tee se pintó dos dedos con la sangre y comenzó a escribir en la nieve en el idioma de su raza wendigo. Cuando terminó, hizo un círculo alrededor de la fogata y comenzó a pronunciar cada palabra escrita. Con cada palabra pronunciada, esta se iluminaba en un tono carmesí, y cuando terminó, la fogata se encendió con un fuego de color rojo sangre.

"Realmente tienes rituales para todo, ¿me enseñarás algunos?" preguntó curioso el Sarkaz a su maestro. Buldrokkas'tee se llevó una mano a su barbilla y comenzó a pensar hasta que miró al Sarkaz. "Tal vez, pero empezaremos por los más mundanos. Aunque tengas un colapso completo en tu armadura, dudo que resistas los rituales más peligrosos", dijo Buldrokkas'tee, y esto alegró un poco al Sarkaz, que también sacó una petaca de su traje. Se quitó el respirador que estaba conectado a un tanque en su espalda y comenzó a beber de la petaca. "Oye, no te la quites por mucho tiempo. Los gases de estas zonas son abundantes de origium, y nosotros somos más propensos a enfermar", regañó Buldrokkas'tee a su pupilo.

Metsalise kütt dejó de beber. "Relájate, Buldrokkas'tee. El colapso se come las partículas de origium que entran en mi sistema", restó importancia a la preocupación de su maestro. "Hablando del demonio, tiene hambre", dijo Metsalise kütt, invocando un pequeño tentáculo con una boca. "Hambre, comida, hambre, comida", repetía el tentáculo con una aguda voz distorsionada. "Sí, sí, puedes comerte este pequeño colapso que encontré", dijo el Sarkaz, sacando una pequeña cosa desprovista de alguna forma y con muchas bocas y ojos alrededor, y el tentáculo comenzó a comerlo poco a poco.

Inercia Desvelada (Arknights x Tn) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora