Moreno: Tonalidad de cabello más oscuro que el castaño común.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Filip:
Llevaba aproximadamente 10 minutos en el salón de tecnología, tenía los nervios de punta y todo su cuerpo se esmeraba en demostrarlo; piel de gallina, temblores en la manos, sudor y respiración entre–cortada.
Le había pedido a Budgey que saliese del salón para evitarse la preocupación—más bien la vergüenza–de lo que pasase cuando Baren entrará por la maldita puerta, pero ahora mismo le gustaría no haberle pedido tal cosa. O almenos le gustaría tener un apoyo moral.
Dejo el regalo en una de las mesa del salón de química, restrego las palmas de sus manos sobre su ropa, para después poner sus manos sobre su cara y soltar un jadeo en la pequeña cueva que sus manos habían formado sobre su rostro.
Respiró haciendo el esfuerzo de regularse, cosa que gracias a los ejercicios con Budgey logró.
"Tu puedes, todo va a salir bien, y si no aquí voy a estar yo para apoyarte" resonó la voz de Budgey en su cabeza, sacándole una sonrisa.
Se iba a quedar allí esperando a que el moreno* llegase.
Baren:
Recargado sobre la puerta de la entrada de la residencia que compartía con Ghosty, Baren esperaba a que esta última estuviera lista. Jugaba nerviosamente con sus dedos, comenzaba a arrepentirse de todo en general.
De haber peleado con Filip como arrepentimiento principal.
Y como arrepentimiento secundario, haber escuchado a su hermanita y haberla seguido en el plan de "reconciliación".
Ghosty salió de su cuarto, acomodando la bolsa de tela tras su brazo.
—¿Listo?
—No, ni un poco.
—Bien, vámonos—Ghosty tomo el brazo de Baren y lo jalo fuera de la residencia, el moreno se quejó pero no opuso resistencia, al contrario, se dejó llevar.
Caminaron un tramo juntos, Ghosty le había dicho que se reunirían en el salón de Química—para este punto Baren comenzaba a cuestionarse como es que Ghosty podía coordinar toda la reconciliación y encima acoplarla a Filip—mientras caminaban Ghosty le daba apoyo emocional, no decía ni una sola palabra, solo tomaba de la mano a Baren y le hacía circulitos en su mano para calmarlo. Cosa que—como ella ya sabía—estaba funcionando.
Llegaron al salón más rápido de lo que a Baren le habría gustado.
—Tu puedes oso—lo llamo por el apodo cariñoso que se utilizaba para situaciones específicas, luego de eso se alejó para darle su espacio...y hacer otras cosas.
