La plaza central con el Duomo de Crema.
Calle ve a Poché en el quiosco, escaneando los titulares del International Herald Tribune, antes de dirigirse hacia la oficina de correos. Calle corre hacia ella.
- ¿Pasa algo?- pregunta Poché mirando el paquete en sus manos.
- Solo tenía que verte.
- ¿No estás harta de mí?
- Solo quería estar contigo. Si quieres, volveré ahora.
Poché se queda quieta, deja caer la mano con el paquete de cartas no enviadas, y simplemente se queda ahí mirando a Calle, negando con la cabeza.
- ¿Tienes idea de lo contenta que estoy de que hayamos dormido juntas?
- No sé.
- Es como si no lo supieras. No quiero que te arrepientas de nada de eso. No quiero que ninguna de las dos tenga que pagar de una forma u otra.
- No se lo diré a nadie. No habrá ningún problema.
- No quise decir eso.
- ¿Te arrepientes de haber venido
aquí?
Poché se inclina cerca de Calle y le susurra al oído ...
-Te besaría si pudiera.
Ambas sonríen y se dan un beso fugaz.
Calle entra a la cocina por fuera, con dos melocotones en las manos y una toalla sobre los hombros. Saluda a las mujeres y sale de la cocina.
En las escaleras se encuentra con Mafe en su camino
hacia la siesta y la besa. Parece complacida por esta
inesperada muestra de afecto de su hija adolescente.
Calle entra al ático. Pone el melocotón restante en la
vieja mesita de noche y se acuesta en el colchón donde hizo el amor con Laura. Abre su libro y comienza a leer, pero se distrae fácilmente y comienza a mirar por la ventana el glorioso cielo de verano. Intenta leer de nuevo, pero sigue sin poder hacerlo. Su mirada recorre la habitación, los objetos abandonados, los rincones oscuros ... los melocotones. Extiende la mano a uno y juega con él. Gira su pliegue hacia ella. Luego la abre hasta la mitad con los pulgares y empuja el hoyo hacia afuera. El hoyo cae en el piso del ático.
Se lleva el melocotón difuso de color rubor a la ingle y se baja el bañador. Se aprieta hasta que la fruta partida se desliza por sus dedos. La fruta le está goteando. Aunque firme, se rompe. Sosteniendo las dos mitades del núcleo enrojecido en cada mano, comienza a frotarse con ellas. Cuando su orgasmo llega rápidamente, apunta con cuidado al
melocotón abierto. Sostiene la fruta con ambas manos y mira a su alrededor. Coloca las dos mitades del melocotón en la mesita de noche y se cubre con la toalla.
Más tarde, Calle se despierta con el sonido de alguien entrando al ático.
- Te estaba buscando por todas partes ... ¿Qué haces aquí arriba?- pregunta Poché, cerrando la puerta detrás de ella.
Poché se sienta a su lado en el colchón. Empieza a besar a Calle en un brazo. Se quita la toalla para revelar, para su sorpresa, que Calle no está usando su traje de baño. Se inclina rápidamente y lleva sus labios a la ingle de Calle, pero después de un momento mira hacia arriba con una expresión interrogante.
- ¿Qué has hecho?- Poché mira el melocotón roto junto a ellas. Lo toma.- ¿Es esto lo que creo que es?- pregunta sosteniendo el melocotón.
Calle asiente con fingida vergüenza.
- ¿Probaste el reino vegetal? ¿Lo siguiente serán los minerales? ¿Ya estás rechazando el reino animal? Esa sería yo, supongo.- dice con un tono burlón.
