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Me desperté asustada por la cantidad de veces que sonó mi telefono

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Me desperté asustada por la cantidad de veces que sonó mi telefono. Con la peor de las ondas me senté en la cama, me estiré para agarrar el telefono, lo prendí y me encontré con 7 mensajes de Julián.

Julián el más hermoso mi amorrrr

Hola juaa
buen diaa
Cómo estás?
Ya pensaste lo del partido?
Ya te conseguí las entradas
Camiseta no hace falta que te de porque tenés la de la otra vez
Pero te doy un buzo

Hola julii
Bien, vos??
Me encantaría ir, pero no puedoo
Tengo que entrenar

Pero los días que juega river no hay entrenamiento en el predio

uy la había re cagado, yo siempre dije que mentir no era lo mío.

Vi la hora, me levante de la cama y me empecé a preparar, hoy empezaba la facultad, la verdad que nunca pensé tener que ir a la facultad, pero me di cuenta lo boluda que fui al no anotarme apenas terminé la secundaria.

Medicina era una carrera que me gustaba mucho, y aunque los demas decían que era difícil y larga no me importó y me anoté igual.

Estaba muuuuy nerviosa, es como cuando empezas las clases en un nuevo colegio, que no conoces a nadie, ni a tus compañeros, ni a tus profesores, ni al colegio.

Desayuné algo ligero, no vaya a ser que con los nervios que tengo y encima que coma algo cargado me haga vomitar todo.

Me pedí un Uber que llegó al toque y me fui. En parte también me anoté en esa facu porque me quedaba cerca de casa.

Hasta que llegué, entré al aula con todos los nervios posibles, igualmente todos los que estaban ahí eran desconocidos entre ellos, para todos era nuestro primer año de medicina.

El primer día estuvo bien, se presentaron todos los profesores con la materia que iban a dar, los horarios, sus Gmails para contactarlos, sistema de evaluación y fechas de exámenes.

Llegué a mi casa, me cambié y me tiré en la cama, a hacer nada, tenía muucho sueño y hoy no tenía planes, así que mi plan de hoy era dormir todo el día. Cuando me estoy por meter en la cama escucho que tocan la puerta, fui a abrir pensando que era de mercado libre porque la semana pasada me había comprado un palo nuevo.

Abrí y estaba Julián parado con dos cafés en la mano y un buzo de river atado en el cuello.

- Holaaa
- me dice con una sonrisa y estirándose para darme un beso en el cachete

- holaa
- respondo sin mucha emoción

- te traje café, querés?
- pregunta dándome el café

- gracias, que hacés acá?
- digo agarrando el café

𝘜𝘭𝘵𝘪𝘮𝘰 𝘣𝘦𝘴𝘰 || Julián Álvarez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora