12.Miradas y Sonrisas

523 33 5
                                    

                   :・゚•✵• :・゚•✧• :・゚✵ *:・゚•✧•:・゚•✵• :・゚

—Déjame en paz al niño Valdo —Cuando escuché su voz deje de gritarle a Beto y me pare del piso para verla

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—Déjame en paz al niño Valdo —Cuando escuché su voz deje de gritarle a Beto y me pare del piso para verla

Estaba hermosa, tenía su pelo suelto pero acomodado, maquillada muy natural, estaba vestida completamente de blanco lo que hacía resaltar aún más su cabello.

Estaba en la puerta de mi cuarto, que estaba hecho un desastre por culpa de Beto que no se quería cambiar, en ese momento no me importó, solo quería seguir viendo su carita. Tenía una sonrisa en su rostro, una sonrisa que me volvía loco y no olvidar sus ojos verdes que tenían un peculiar brillo y no lo iba negar, sentía que me perdía en ellos... Otra vez.

—¡Nicki! Que gusto que llegaste en el momento exacto— se le acercó Beto— Ayúdame, no dejes que se me acerqué este loco— le pidió

—Tranquilo Beto, no lo voy a dejar acercarse a ti— dijo dándole una sonrisa y después me volteo a ver

—¡Gracias!— salió corriendo Beto mientras Nicki se me acercaba y por fin hable

—Nicki, te ves muy hermosa— Vi como se ponía roja, cosas que me causo ternura

—Gracias Valdo, tú también te ves muy guapo— cuando dijo eso sentí como me invadian los nervios

—Me alegro que hayas llegado— me acerque a ella para darle un abrazo, cuando lo hice me llegó el olor de su perfume, olía a rosas con frutos rojos

—Gracias por la invitacion— me dijo aún en el abrazo, no me quería separar de ella pero tenía que hacerlo para no incomodarla

—¿Por qué tenías a Beto en el piso?—Dijo viéndome

—Amm— como le decía que quería que estuviera bien vestido para cuando ella llegara— porque no se quería cambiar ese short — dije

—Pero no se ve mal ese short, de hecho me gusta— ¡ay dios! Otra vez esa sonrisa

—Si, pero quería que estuviera bien vestido para cuando llegaras— confesé y vi como se me acercaba

—Eres muy lindo Valdo, pero no tenías que preocuparte por eso, a mí me da igual como estén vestidos, yo vine a pasar tiempo con ustedes— me dió una de sus sonrisas que me vuelven loco

—Bueno tienes razón, quizás exagere un poco— me rasque la cabeza volteando a ver otro lado y ahí es cuando me di cuenta del tiradero— ¡Ay Dios! Perdón por el tiradero, te juro que estaba recogido— empecé a recoger la ropa que estaba en el piso

—No te preocupes, ¿Quieres que te ayude?— dijo viéndome

—¡NO!— ví como salto del susto— perdón, quiero decir no te preocupes, mejor vamos a la sala y ya después arreglo el tiradero— dije mientras caminábamos a la puerta

 𝙰𝙽𝚃𝙴𝚂 𝙳𝙴 𝚃𝙸 | ᴱᴸ ᴹᴬᴿᴵᴬᴺᴬDonde viven las historias. Descúbrelo ahora