Grace_5

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Alex cae al suelo con un golpe seco y no puedo evitar llorar, no solo voy a ser asesinada, sino que a mi único protector lo han matado. Por suerte, la espada o lo que sea se ha doblado, quedando inservible. Recuerdo las palabras de Alex antes de caer, "yo estaré bien". Tiene un celular en el carro, podría llamar a mi tutor para que me ayude a reconstruirlo y me de la programación para restaurar a Alex, pero primero debo de escapar. Pude destruir a una de esas cosas con facilidad, quedan cuatro y ninguno tiene armas que realmente sirvan contra mi cuchillo de cacería que puede atravesarlos en todos los sentidos. Estoy arrodillada, así que puedo levantarme más fácilmente, pero debo esperar el momento necesario para deshacerme de esas cosas. Uno de los robots, o androbots como los llamó el psicópata, se acerca a mí para matarme como si estuviéramos en el siglo XVII, no sé si es para golpearme la cabeza y matarme o acuchillarme, eso no importa, no voy a dejar que eso pase. No estoy tratando de liberarme, por lo que esas cosas no me están agarrando fuertemente, podría jalar sus manos esqueléticas y hacer que se golpeen al mismo tiempo, una distracción sencilla. Finjo estar desolada y muy triste por la "muerte" de Alex, algo que es medio cierto. Lo más seguro es que los que controlan a esos robots de chatarra piensen que soy un blanco fácil y matarme sin tanta dificultad, pero eso no podría ser más falso. El robot alza su puño y lo baja hacía mí, jalo las manos de los robots que me sujetan y chocan entre ellos, soltándome. Me levanto y veo como el puño del robot que me iba a matar se entierra en la cabeza de otro robot que yace en el suelo sin levantarse. Va uno, faltan otros tres. Voy por el cuchillo que está cerca del auto mientras otro de esos robots me persigue para atraparme, agarro el cuchillo que está empapado y por impulso volteo hacía arriba y apunto el cuchillo, justo a tiempo cuando un robot se avienta sobre mí. Siento como el cuchillo se entierra rápidamente sobre el robot, que increíblemente no pesa tanto como pensaba y pesa como un maniquí, el robot no se muere y muevo el cuchillo hacia los lados con mucha fuerza para romper, ya destruí un robot con mucha facilidad, esto ya no es mucho para mí. Me escondo debajo del carro para que no me vean, y tengo el suficiente espacio para hacerlos caer sin ningún problema. Los otros dos robots están tratando de encontrarme, cada uno está en uno de los lados del carro y el de la derecha rodea el cuerpo de Alex, que desde mi perspectiva parece un muñeco por parecerse a esas figuras de acción de ciborgs. El primero que se voltea es el de mi izquierda, así que me dirijo a la izquierda y lo tiro al suelo sin piedad. Salgo lo más rápido que puedo y al ver que tiene la dificultad para levantarse le inserto el cuchillo en el pecho donde le clavé el cuchillo al otro robot, es una enorme desventaja de controlar a un robot de manera remota, es como esos momentos en un videojuego donde te matan o pierdes un montón de tiempo en hacer que el personaje se levante. Lo remato clavándole el cuchillo en la cabeza, como si fuera un zombi. Ahora solo queda uno, pero no significa que sea más fácil, podría equivocarme en el último minuto. El último robot me ve deshaciéndome del otro robot y no pierde el tiempo, es el robot que mató a Alex y el que dio el asqueroso mensaje de Kennet, lo dejaré hecho pedazos para que disfrute la experiencia que tuvo Alex. Voy corriendo hacia el robot para chocar contra él, no paro y lo estampo contra el poste que sostiene el techo de la gasolinera. No lo dejaré ir y sé que el mismo Kennet lo está controlando en su maldita mansión, trato de encontrar la pistola eléctrica y no la encuentro para poder inmovilizarlo. Le encajo el cuchillo en su hombro izquierdo y jalo su brazo, lo que es más difícil de lo que pensaba. Muevo el cuchillo como el otro robot para hacer que sea más fácil quitarle el estúpido brazo y así le arranco un brazo y repito el mismo proceso con el brazo. Por alguna razón el robot sigue activado todavía, tal vez era el robot que estaba mejor hecho.

— Entonces no has muerto, me sorprende ver que egoísta eres al sacrificar una nueva era tecnológica por un simple modelo que salió bien.

— Jamás lo descubrirías, eres tan narcisista que no lo podrías ver.

Suelto un grito de enojo y el robot ya está acabado, atravieso la cabeza del robot con todas mis fuerzas. Saco el cuchillo y el robot se cae al suelo, donde finalmente se queda tirado. No sé si Emeson no-sé-su-nombre va a venir tras mí, pero tengo el suficiente tiempo para escapar de aquí. La puerta del piloto está abierta y están las llaves puestas como dijo Alex, solo queda subirlo a los asientos de atrás para ya largarme y no volver. Abro la puerta de atrás y aviento mi mochila, luego trato de agarrar a Alex para llevarlo al asiento trasero. Definitivamente es muy pesado, más que esos robots tétricos, aunque no tengo una báscula o algo sé que pesa más que alguien con sus mismas características, como el hermano de Amy que he ayudado a caminar cuando se torció el tobillo por tratar de hacer una pirueta y no cayó bien. No me rindo, sigo cargándolo a pesar de que pesa un montón y cuando su cabeza y abdomen ya están recargados en el asiento empiezo a empujar para que quede acostado en el asiento. Le pongo la misma cobija que él me dio para cubrirlo para dar la imagen que está durmiendo y no es un androide experto en lucha y que me ha salvado de la muerte en dos ocasiones. Cuando ya estoy lista arranco el auto y manejo hacia el refugio esperando que el celular de Alex tenga la dirección exacta.

He manejado toda la noche por la única carretera que hay, esperando un mensaje de mi tutor donde me diga la ubicación. El celular de Alex ha estado encendido toda la noche y solo se ha gastado un tercio de esta, no he tenido tiempo para encontrar otra pista. Alex sigue en el asiento trasero, sigue desactivado. Ahora no sé a dónde tengo que ir, no tengo un mapa y la ubicación del refugio. El celular de Alex empieza a sonar y por suerte es mi tutor, él puede decirme como llegar. Como estoy manejando pongo el celular en un soporte especial y contesto la llamada.

— Hola, señor Redfield.

— ¿Grace? ¿Y dónde está mi chico? Recibí un mensaje de que él había sido desactivado.

— Es Kennet, tiene robots parecidos a Alex y nos atacaron en una gasolinera, Alex salió dañado y no sé si tiene otro cuerpo robótico para transferir a Axel. Necesito la ubicación del refugio para repararlo.

— ¿Alex? Eres muy ocurrente con los nombres, Grace. Seré sincero, de momento trabajo en un proyecto nuevo y no he tenido el tiempo para hacer un cuerpo robótico, tardaría 5 meses en completarlo. Tendrás que repararlo o esperar a que Kennet retire la orden de muerte y no sabemos si eso pasará.

— Yo lo haré, soy buena en robótica. Además, habrá un laboratorio para reparar a Alex, ahí habrá los materiales suficientes.

— Grace, confío en ti y por eso te ayudaré a repararlo. Te enviaré la ubicación del refugio y cuando llegues te diré cómo repararlo. De momento tengo que colgar, el nuevo proyecto es muy agobiador, pero será muy útil.

— Eso haré, cuando llegue al refugio te avisaré para reparar a Alex.

— Grace, perdón por involucrarte en esta horrible situación, jamás pensé que podría afectarte.

— Eso ya pasó, no te culpo a ti por esto, es algo que tu no causaste. Además, ahora tengo a un gran acompañante y quiero ser tu sucesora para lograr grandes cosas.

— Eres una gran persona, por eso soy tu tutor, porque sé que eres alguien con mucho potencial. Adiós, Grace. Espero que sobrevivamos a esto.

— Adiós, señor Redfield.

Cuelgo e inmediatamente me llega la ubicación del lugar, esta vez Alex va a vivir y detendremos a Kennet. Pero primero debo llegar el refugio y reparar a Alex, esta vez no dejaré que Kennet gane y obtenga lo que quiera, Alex y yo no lo permitiremos y haré que su plan fracase.

Androide 501Donde viven las historias. Descúbrelo ahora