Vernon Dursley no era ajeno a la fama que tenía en Grunnings: despiadado. Esa era una fama bien merecida y una que gustaba de alentar. Ningún hombre de negocios exitoso era llamado "amable". Oh, es cierto que podían ser amables cuando se requería, pero no durante un negocio que podía significar millones de libras.
No. Vernon Dursley era un despiadado vendedor y solo por esa única cualidad, es que Grunnings lo conservaba. Les era útil. Sin embargo, Vernon tenía miras más altas que ser un gerente... Vernon quería ser un verdadero empresario.
Sin embargo, Vernon también sabía que no podía serlo... aun.
Todos los grandes empresarios sabían perfectamente alrededor de que iban a girar sus compañías, pero Vernon solo sabía vender. Podía iniciar un negocio como intermediario de ventas, pero su estilo no podía adaptarse a todo tipo de empresas. Otra forma sería hacer un producto novedoso ¿Pero qué?
Sumado a la necesidad de construir su empresa, también estaban los inconvenientes. Si empezaba una empresa sin un propósito claro, su familia sufriría cuando renunciara a su actual trabajo y tomando en cuenta que había una boca más que alimentar (una boca no pedida, ni querida), las cosas para sus sueños se complicaban.
Mientras se ponía al día con su papeleo y pensaba en su futura empresa hipotética, su secretaría le dijo que lo estaban llamando del jardín de niños de su hijo... y su sobrino.
Vernon, no por primera vez, maldijo al niño que fue impuesto por alguien importante del mundo de su cuñada: el mundo mágico. Lo único positivo es que su jefe le dio la tarde libre, diciéndole lo buena persona que era por tomar a un pobre huérfano bajo su cuidado.
Eso sacudió un poco a Vernon, ya que nunca pensó que hubiera algún beneficio en tener a su sobrino bajo su casa, pero aparentemente, la imagen de hombre de familia y altruista, era algo positivo para su imagen empresarial.
El hombre condujo hacia el jardín de niños de su hijo y sobrino, pensando en qué hacer con el engendro ya que estaba seguro de que había hecho algo malo. Petunia estaba segura de que dentro de poco, el niño empezaría a mostrar la misma rareza que su madre. Hasta el momento había sido un niño todo lo normal que se podía pedir y eso los ponía más nerviosos que cualquier otra cosa.
Como fuera, ya estaba enfrente del edificio de ladrillos rojos y bajo de su coche a enfrentar lo que fuera que había sucedido.
Cuando Vernon entro, lo primero que lo recibió fue una sonriente mujer que se veía claramente complacida con algo y tenía a los dos chicos sentados en una mesita al lado de la recepción. Su pequeño hijo estaba dibujando algo amorfo mientras el otro chico le aplaudía a su primo mientras decía "¡Gatito!". Eso fue ciertamente extraño pero fue más extraño cuando el niño de ojos verdes levanto su dibujo y era un dibujo burdo pero ciertamente bueno para su edad, de Petunia. Su pequeño empezó a decir "¡Es mami!", Harry asintió y siguió coloreando la figura de Petunia.
—¡Señor Dursley! Hola, bienvenido. Soy Linda Calloway, la educadora encargada de sus chicos, me alegra que pudiera venir tan pronto—La mujer era joven y llevaba un delantal floreado y tenía el cabello castaño recogido en un par de trenzas, muy al estilo campirano.
—Si bueno, me dijeron que se trataba de los chicos—Vernon puso su mejor cara de preocupación, que muchos confundían con enojo, pero curiosamente, esta chica notó la emoción correcta.
—¡Oh cielos! Disculpe señor Dursley, creo que en mi premura por darle el mensaje pareció que era algo malo. No, no, señor Dursley es solo, bueno, será mejor que le muestre—La mujer indico a los chicos que la siguieran y le dieron la mano.
El grupo llego hasta un cuarto lleno de juguetes, decorado con cálidos colores pastel que se veía tranquilizador. Pegados en la pared estaba una serie de dibujos bastante buenos y noto que se parecían al dibujo que había hecho su sobrino.
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A Clockwork Wizard
FanfictionHarry es un niño superdotado. Ya ha terminado la universidad y sus tíos son agradables con él. Tienen que serlo luego de que ambos tíos pudieran romper las compulsiones, dejadas ahí por un mago inescrupuloso y manipulador. Los Dursley mayores se han...