Albus estaba dando vueltas y vueltas en su oficina. El niño había escapado a sus compulsiones al igual que sus parientes. Esperaba que fuera moldeable para convertirlo en su perfecto paladín, pero en cambio, tenía a un niño genio, independiente y que ya había recibido la instrucción necesaria.
Usar el sombrero en él iba a ser inútil, ya que al no poder recibir clases con otros niños, no podría forzar los lazos de la Casa en él. Tendría más sentido que forjara un lazo con uno de los profesores, pero la única Gryffindor era Minerva. Todos los demás eran Ravenclaws o Slytherins. No tenía problemas con Babbling pero siendo una Slytherin, vería más por su propio beneficio y no tenía nada contra ella como si lo tenía con Severus.
Entonces estaba decidido, Severus tendría que ser el profesor más cercano a Potter, seguido de Minerva. Ellos dos le hablarían bien sobre él al muchacho.
Lo otro que lo estaba consumiendo de ira, era el hecho de que Nicolas hubiera tomado al chico como aprendiz. Cuando él le solicitó eso a Nicolas, este le dio muchas excusas. Por eso cuando tuvo poder sobre Hogwarts, hizo malabares para que nadie se inscribiera en Alquimia. De esa forma, solo él tendría conocimientos de Alquimia en el Reino Unido, lo que aumentaría sus posibilidades de que Nicolas le diera una oportunidad para aprender.
Ahora había encontrado a su aprendiz en el chico que debería haberse convertido en su marioneta perfecta.
No, Albus no solo estaba enojado, sino furioso. Tendría que reorganizar sus planes y ver una forma de influir en el niño, pero mientras tanto, tendría que darle muchas concesiones si quería conservarlo en sus dominios.
~~~~~~~~~~*****~~~~~~~~~~
Severus Snape estaba pensando en cómo organizar sus nuevas clases. Había algunos espacios disponibles y viendo que su nuevo aprendiz ya tenía los conocimientos necesarios para una Maestría, no estaría educando a un imbécil sin cerebro... como originalmente pensó.
Su jefe era llanamente un idiota.
Había muchas cosas raras en su visita a los Dursley como para ignorarlas. Para empezar, Severus recordaba la personalidad de Petunia y era una difícil de olvidar. Resumida en una sola palabra, perra. Una verdadera perra rencorosa que siempre envidió a Lily.
Ella era ese tipo de persona que necesita un objetivo para odiar y dudaba que hubiera podido superar ese tipo de personalidad sin ayuda profesional. Y esa era la cuestión. Petunia también era de esa clase de personas que necesita algo mayúsculo en sus vidas para cambiar su rumbo.
Ciertamente enterarse que su sobrino era un niño genio, debió ser impactante pero ¿Al grado de orillarla a buscar ayuda profesional? ¿A buscar a los Goblins? No, algo más pasó además de la revelación de la inteligencia de Harry. Algo le sucedió a la familia que los orilló a buscar ayuda con Gringotts, a buscar formas de proteger a su sobrino del guardián mágico incompetente que nadie sabía quién era, pero Severus sospechaba había sido Albus.
Si los Dursley sospecharan sobre las razones de la ubicación de Harry con ellos, y de que podría haber motivaciones ocultas, se explicaría su necesidad de buscar a alguien que les ayudara dentro del mundo mágico. Petunia, después de todo, había acompañado a su hermana a sus compras para Hogwarts. Sería ridículo que la mujer hubiera olvidado como llegar al Callejón Diagon y quienes trabajaban en Gringotts.
No, Petunia podía ser una perra pero no era tonta. Si algo le había parecido extraño en toda esa situación, hubiera buscado una forma de proteger a su familia.
Luego estaba el hecho de que el hombre que juro no querer tener nada que ver con Inglaterra, estaba de hecho en contacto con alguien del país. Claro que a Severus no le parecía tan extraño esto, Harry era el último Potter y su ahijado. No iba a abandonarlo luego de haber limpiado su nombre. Lo que le parecía extraño a Severus es que no hubiera pedido la custodia del niño.
ESTÁS LEYENDO
A Clockwork Wizard
FanfictionHarry es un niño superdotado. Ya ha terminado la universidad y sus tíos son agradables con él. Tienen que serlo luego de que ambos tíos pudieran romper las compulsiones, dejadas ahí por un mago inescrupuloso y manipulador. Los Dursley mayores se han...