iii. Al borde de la locura

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«El problema era que yo siempre había
sido inadecuada...»
– Sylvia Plath.

»– Sylvia Plath

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El primer caso de Verity estaba siendo un verdadero dolor de cabeza

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El primer caso de Verity estaba siendo un verdadero dolor de cabeza.

Sentía rechazo por parte de la mayoría del equipo, no entendía los términos extraños que usaban para hablar y se había mareado bastante en el viaje en auto por no haber comido nada desde hace varias horas. Sin mencionar el hecho de que sentía a la única persona que conocía a mil metros de distancia, aunque estuviera parado junto a ella. Detestaba sentirse tan ajena a todos, pero especialmente a Aaron, porque ni los años ni la distancia habían podido arrancarle el aprecio y la preocupación que sentía. Con unas pocas horas estando cerca, ya había notado que extrañamente él no sonreía y se la pasaba con el ceño fruncido. Más allá de que los años hubieran pasado y eso obviamente se notara, Berkshire no esperaba verlo tan apagado. Aun siendo consciente de todas las cosas horribles que le habían pasado, esperaba ver un poco del hombre que ella conoció antes, ese que tenía esperanzas en el futuro y no se rendiría ni dejaría decaer ante nada.

Lamentablemente, el Aaron Hotchner que ella conoció se había desvanecido junto con su amor.

Así que ahora, estaba sentada en una sala junto al joven genio del equipo, que era la única persona que realmente le hablaba sin demostrar incomodidad o rencor por sus acciones, casi haciéndola sentir como si no fuera un problema. Spencer se dedicaba a revisar velozmente las fotografías e informes que tenían sobre la mesa, mientras que la pelirroja se comía una dona y bebía el café barato que tenían en la estación, observando atenta todo lo que hacía.

CHAMPAGNE.  aaron hotchner ⬫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora