¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
*･῾🚊 ᵎ⌇💍 ⁺◦ 🍷 ✧.* «El amor es una sombra, sí, pero cómo mientes y lloras en pos de él...» – Sylvia Plath.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Aaron Hotchner estaba seguro de que cualquier persona que se cruzaba con él sentía su nerviosismo. Y era imposible culparlo cuando estaba a minutos de dar el paso más crucial de su vida y hacer la tan ansiada pregunta. Ya había revisado mil veces los detalles de la planificación de la petición de matrimonio a su novia por los nervios. Eligió con mucho cuidado el lugar para sorprenderla: la misma estación de trenes donde sus destinos se entrelazaron cinco años atrás, un símbolo del inicio de su historia juntos.
Había conseguido conocer a Verity Berkshire mejor que nadie. Sabía que ella siempre se centraba en los pequeños detalles. Desde la primera vez que la vio leyendo distraídamente un libro de Sylvia Plath en el tren camino a Boston que se intrigó por ella y comenzó a anhelar conocerla. La forma en la que se acomodaba el cabello cada vez que podía y fruncía levemente el ceño cuando los ruidos exteriores se hacían más fuertes lo tuvo cautivado la mayoría del viaje. En ese momento, no se imaginaba que la misma chica que le había dirigido no más de dos palabras por cortesía en todo el camino, asistiría a la misma universidad que él y que compartirían varias clases. Aquella fue una clara acción del destino porque generalmente no te cruzas con la misma persona dos veces.
