Capítulo 18: parte dos.

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HyunJin.






—¿Sabías que todo los hombres tenemos a una persona grosera, malgeniada y contestona que nos vuelve loco? −dice ChangBin viendo su móvil.

—¿Sabías que puedes ser muy idiota cuando te lo propones? −respondo serio y el ríe.

—Solo soy sincero, que tú no lo aceptes no es mi problema −se encoge de hombros restándole importancia a mis palabras. — En tu caso, es un hombre.

Grosero, contestón y malgeniado son las palabras que describen perfectamente a Lee Felix, ¿Me vuelve loco? Claro que lo hace, pero no en el ámbito amoroso. Simplemente ese chico tiene la habilidad de hacer crecer mi instinto asesino cada vez que está cerca de mí.

Es lunes y regresar a la universidad no había sido fácil, me pasé toda la noche pensando en lo que había hecho, lo que hice pensando en él, llegué a la conclusión que tenía que tragarme mis palabras porque deseo a ese chico y me he propuesto llevarlo a la cama antes de tener que alejarle definitivamente de mí.

Situaciones drásticas ameritan decisiones drásticas.

Así era mi mundo y por el bien de él, era mejor así. Podía alejarlo desde ya, pero soy tan malditamente egoísta que eso no sucedería sin antes demostrarle que me desea tanto como yo lo deseo y me importa una mierda que Christopher sea su novio y mi primo.

Sin pretenderlo hallé la manera perfecta de hacerle pagar a él lo que en el pasado me había hecho. Recordaría mis palabras, mi juramento, pero sobre todo, recordaría la promesa que una vez le hice y estaba a punto de cumplir. Él inició el juego y yo lo iba a finalizar.

La profesora entró al salón cinco minutos antes de iniciar las clases y por lo visto había pasado una buena noche, ya que se le veía muy feliz a diferencia de la amargura con la que cargaba cada día.

—¡Buenos días chicos! −saluda entusiasta, ChangBin voltea a verme, alza una ceja y sé que está pensando lo mismo yo.

—Vaya poder que tenemos los hombres sobre ellas −murmura y solo sonrío negando con la cabeza.

La clase da inicio y me dispongo a poner atención. No lo logro ya que el pensamiento del castaño llega a mi cabeza, necesito hacer algo con eso y necesito hablar con él y solo lo voy a lograr aquí en la universidad, porque fuera de ésta, Christopher no lo dejará solo ni un instante.

La hora del almuerzo al fin llega, luego de que el timbre sonara, tomo mis cosas y salgo al pasillo sin esperar a ChangBin. Me dirijo a los casilleros y en efecto ahí encuentro a Felix junto a JiSung y Yeji, no le veo muy feliz así que imagino que aún sigue molesto por el engaño que le hicimos.

—Necesito hablar contigo −murmuro tomándolo de manera suave del brazo y alejándolo de sus amigos sin esperar respuesta de su parte, pero me alegra saber que no se niega y solo se suelta de mi agarre.

—Puedo caminar solo −formula con seriedad.

—Bien, sígueme −pido y lo hace.

Camino hasta un área del campus lejos de todos los curiosos que nos observan con intriga y me alegra saber que al castaño no le importa ni se deja intimidar por esas miradas.

En eso somos iguales.

Llego a mi destino, alejados de todos, le hago entrar al viejo estudio de ballet donde sé que nadie nos interrumpirá y nos quedamos cerca de un área llena de espejos y escritorios que, para mi sorpresa, lucen limpios y libres de polvo.

—No sabía que este lugar estuviera aquí −dice mirando a su alrededor y admirando el viejo estudio.

—Lo sé, nadie viene aquí −respondo y voltea a verme.

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