Capítulo 22: parte dos.

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HyunJin.

Maldigo una y otra vez al ver a lo que nos estamos enfrentando. HoSeok quiso advertirme pero lo ignoré completamente; habíamos dado con la dirección que Yeji y MinHo nos proporcionaron, pero YeonJun y Christopher han sido secuestrados. Nos encontramos en Corea del Norte y los chicos que mi padre puso para ayuda nuestra no nos están sirviendo para ni mierda y todo se estaba yendo al demonio.

Felix va junto a mí en una moto y el chico y la chica que "nos ayudan" van en otra, no sé ni sus nombres, no me interesó saberlos. El castaño, aunque se haga el fuerte, sé que está aterrado con lo que le pasa a los chicos y yo temo por YeonJun y no encontrarlo vivo. Por Christopher ni me preocupo, al final si lo matan hasta un favor me harían; estaciono cerca de un callejón sucio y oscuro, todos vestimos de negro y gorros pasamontañas, venimos preparados para lo que se venga.

—No te alejes de mi, bonito −pido cuando se ha bajado de la moto −oye, oye −digo cuando se da la vuelta sin responderme, lo tomo del codo y le hago verme −te quiero lúcido y tranquilo −exijo y acuno su rostro entre mis manos para sostener y que sostenga mi mirada.

—Christopher y YeonJun corren peligro, HyunJin −se queja dejando salir lo que siente −recuperamos la pieza importante para que no detonen esa bomba pero a cambio secuestraron a nuestro amigo y al hombre que...

—Que amas −termino por él al ver que no puede continuar, me tenso ante eso pero no lo demuestro −ellos estarán bien vamos a recuperarlos pero tienes que estar bien.

—Gracias por venir por ellos −susurra.

—Somos un equipo Felix, y yo no abandono a mi equipo −le aseguro.

—¿Aunque hubiese sido solo Christopher? −pregunta haciendo que quite mis manos de su rostro, yergo mis hombros y rompo el contacto visual con él −no olvido lo que dijiste en el cuartel Demon y cuando quieras y seas capaz, necesito que me lo expliques −pide pero no respondo, me acerco de nuevo a él y pongo mis manos en su cintura.

—Tengo una duda, hace unos minutos me llamaste HyunJin y ahora vuelves a Demon, decídete ¿no? −me mira un poco sorprendido ante mi cambio de tema.

—¿Ya tengo ese derecho? −su voz aunque es seca noto también un atisbo de picardía.

—Desde que te dejé besarme, desde que te hice mío −susurro cerca de sus labios para luego besarlo, un beso casto, seco y rápido −aunque te confieso que me gusta más que me llames por mi nombre cuando lo gimes −esta vez medio sonríe y me aleja dándome un puñetazo en el hombro.

—Chicos, es hora −interrumpe la rubia −los chicos están en el ala oeste del edificio, en el tercer piso, Jake los tiene en la mira.

—Bien, ya vamos −respondo.

—No me respondiste lo que pregunté −Felix vuelve al tema y decido ser sincero.

—No lo sé, la verdad si lo matan sólo terminaran lo que yo no pude −a pesar de la oscura noche, lo veo palidecer ante mi respuesta y comienzo a caminar sin dejar que vuelva a decir algo.

Prefiero que sepa y conozca bien el hijo de puta que soy y que no me crea diferente. Si le duele mi verdad pues mal por él, pero no seré hipócrita por caerle bien. Sencillamente porque no busco caerle bien, Felix sólo es parte de mi venganza y disfrutaré de él cada vez que quiera.

Avanzamos sigilosos hacia donde la rubia nos ha indicado, el castaño se mantiene a mi lado mientras nos escondemos para no ser vistos pero tanto él como yo hemos notado que todo está siendo demasiado fácil. No hay guardias merodeando y cuidando que los ataquen por sorpresa y para ser un secuestro esto debería estar cuidado por un ejército y solo se me ocurren dos cosas: o estos tipos son demasiados estúpidos o los estúpidos somos nosotros y nos dejamos emboscar muy fácil.

COLD ⨳ HYUNLIX Donde viven las historias. Descúbrelo ahora