Daughter Of My Enemies

3

                                 Alison Salvatore

Estaba en la casa de Damon y Elena, y aunque ya nos habíamos calmado notaba a mi madre algo tensa y me acerqué a ella.

— ¿Qué te pasa?.—

—Nada, ¿porque preguntas?— dijo segura de lo que decía.

—Te pasa algo y ambas lo sabemos— estaba muy segura de que a mi madre le pasaba algo, estaba intranquila y pensativa.

—Me da temor que aquel hombre del que habéis hablado que os sigue tenga otras intenciones.—

—Mamá, entiendo que estés preocupada, pero probablemente solo fue alguien pasando por ahí. Seguro que no era nada.— dije intentando calmarla.

—Pero ¿y si no es así? No puedo dejar de pensar en lo vulnerable que puede ser Alison. No puedo ni imaginarme qué habría pasado si ese hombre tuviera malas intenciones.—

—Mamá, escucha, entiendo tu preocupación, pero de verdad creo que fue solo una coincidencia. Estoy bien, de verdad. Además, siempre estoy atenta a mi entorno y sé cómo mantenerme segura.—

—Lo sé, cariño, pero como madre siempre estaré preocupada por ti, pero podría ser una persona que tiene otras intenciones. —

— ¿Cómo quien?— dije curiosa.

Mi madre guardó silencio.

—Mamá ¿quien?—

—Nadie Alison, tranquila. Céntrate en que mañana es tu primer día de instituto, podrías hacer nuevas amigas —

—Mamá, no sé si quiero ir. Me da miedo empezar en un nuevo lugar y dejar atrás a todas mis amigas.—dije algo preocupada

— Entiendo cómo te sientes, Ali. Es normal tener esos sentimientos cuando te enfrentas a un cambio tan grande. Pero recuerda que este es un nuevo comienzo, una oportunidad para hacer nuevos amigos y vivir nuevas experiencias.—

—Lo sé, mamá, pero es difícil. Me siento tan sola pensando en no tener a mis amigas cerca.— asimilé.

—Puedo imaginarlo. Pero recuerda que siempre estaré aquí para ti, pase lo que pase. Y aunque estemos lejos de tus antiguas amigas, siempre puedes mantener contacto con ellas y hacer nuevos amigos aquí.—

—Supongo que tienes razón. Solo espero poder adaptarme pronto.—

—Lo harás, cariño. Eres fuerte y capaz, y estoy segura de que te irá genial en tu nuevo instituto. En algo habrás salido a tu madre, estaré aquí para apoyarte en todo momento.— me guiñó un ojo en señal de confianza.

—Gracias, mamá. Significa mucho para mí tener tener tu apoyo. —

Me sonrió en señal de agradecimiento.

— Voy a hablar con tu padre para irnos ya a casa —
Me acaricio el hombro mientras estábamos en el borde de la isla la cocina hablando, se fue y me quedé en la cocina. —

                                             [...]

Cerré la puerta de mi nueva casa con desgana, dejando atrás el bullicio de las mudanzas y el peso de la incertidumbre. Con paso pesado, subí las escaleras hasta llegar al baño, mi refugio solitario en medio de lo desconocido. Con un suspiro, encendí el grifo de la ducha y dejé que el agua caliente cayera sobre mi cuerpo, envolviéndola en un abrazo reconfortante.